Coraline ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #1

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑

Le fui indicando a Damiano por donde ir, por parte tenia miedo de que se diera cuenta de que ibamos a casa de Coraline.

Aunque se debia saber el camino de memoria.

Cuando llegamos al porton de su barrio aparco y me miro serio.

-¿Le pasa algo a Coraline?- pregunto.

-No. Sus sobrinos estan en casa ya sabes como son.

Me baje del coche y el tambien lo hizo.

-¿Tu no te ibas?- le pregunte.

-He cambiado de idea, quiero ver a los niños hace mucho que no los veo.- dijo como excusa creo yo.

-Los has visto una vez en tu vida.

-Por eso.

-Ya, y yo me cago en la persona que fabrico el tornillo que sujetaba la cama de tus padres la noche que te tuvieron.- dije y empece a caminar.

-¿Gracias?

Sin contestar llame al telefonillo.

-Vic, entra.

Abrio y los dos entramos, caminamos en un silencio incomodo.

-Pero no te enfades.- dijo como un niño pequeño.

-La que se va a enfadar va a ser Coraline, y me va a matar a mi... Y ojala despues a ti.- dije lo ultimo murmurando.

Él solo se hizo el ofendido y seguimos caminando.

Llame al timbre y ella abrio se veia preocupada.

-Hola.- dijo y luego vio a Damiano.

-Insistio en traerme y luego quiso felicitarte en persona por el single.

-Enhorabuena, echaba de menos escuchar tu voz.

Le meti un pisoton en el pie por tonto.

-Digo, tu voz cuando cantas, solo cantabas en la ducha y tarareabas alguna cancion y como has sacado una cancion...

-Te he entendido Damiano.- dijo Coraline y nos dejo entrar.- Se han puesto a jugar al escondite y no los encuentro.

-¿Has mirado en el jardin?- preguntó Victoria.

-No aun, iba hacerlo cuando llegasteis.- dijo.

Se veia realmente preocupada.

Los tres fuimos al enorme jardín y los niños salieron de un huequecito, estaban bastante bien escondidos.

-¡Damiano!- gritaron al verle.

Los abrazaron y se pusieron a jugar con él.

-Yo los mato.- dijo y se sento en las escaleras.

Ella y yo entramos a casa y nos sentamos en el sofá mientras veíamos a Damiano jugar con los niños.

-He estado media hora buscando para esto.

-Ya sabes que tiene un encanto para atraer personas.

Note su risa nerviosa.

-Obviamente tu eres la excepción estuvo meses tratando de salir contigo

Narra Coraline

Estuvimos minutos riendo y recordando lo que hacía Damiano por que saliera con el después de the X factor.

Hasta que llegó con Alda llorando.

-¿Que le has hecho? - le pregunté.

Me levante corriendo y la cogí y la senté en la encimera de la cocina.

-Nada, solo se ha caído.

Cogí el botiquín y volví con ellos me di cuenta que Alda agarraba a Damiano del dedo.

-A ver mi amor, no pasa nada, es un raspón. Te pongo vetadine y listo. Te va escoger un poco.

Le puse y se quejo, tampoco quería que llorará más.

-¿Victoria me pasas su osito?

-Yo se donde está.- dijo Bruno y enseguida volvió con él.

-Gracias cariño.

Agite el osito mientras le ponía el vetadine para que se distrayera un poco y funcionó.

-Listo, pero te has manchado, ¿te pones el pijama?- le pregunté.

Asintio rascándose los ojos.

Cogí el pijama y la subí a la habitación de invitados a ducharla y cambiarla y bajamos a hacer la cena.

Les deje con la televisión y con Victoria mientras hacía la cena.

-¿Te ayudo?- preguntó Damiano.

-Cómo quieras.

Hicimos una pizza cuatro quesos un poco más pequeña para los niños y otra de pepperoni para nosotros tres.

-Listo, empezar a comer y a dormir.- les dije a Bruno y Alda.

Ellos no se quejaron, terminaron la pizza aunque dejaron y trozo y subieron a dormir.

-Tita, ¿me ayudas con el pijama?- dijo Bruno en las escaleras.

-Voy.

Me levante y le acompañe a la habitación. Le vesti y les arrope a los dos.

Baje y Victoria y Damiano seguían viendos los dibujos.

Reí y ellos me miraron.

-La podéis cambiar si queréis.- le dije.

-Oh, claro.- dijo Vic y la cambió a algún reality.

Terminaron de cenar y estuvimos hablando tranquilos de cualquier cosa.

-Dios, tengo como cuarenta mensajes de Ethan y Thomas. Nos tenemos que ir.

-Claro, saludarlos de mi parte.

-Nos podemos quedar si quieres.- dijo Damiano.

-No, están dormidos ya, luego vendrá mi hermana. Iros, no os molesteis.

Ellos recogieron sus cosas y nos despedimos.

Me tumbe en el sofá y me quedé dormida.

Me desperté por el sonido del telefonillo.

Abrí a mi hermana y la espere.

Cuando llego ambas subimos a la habitación y yo cogí a Bruno mientras ella cogía a Alda.

Los subimos al coche y me despedí de ella.

-Me debes una.

-Lo sé, te lo pagaré de cualquier manera.

-Te quiero, dormir bien.

Entre en casa y subí a mi habitación, me puse el pijama y me dormí.