𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟓

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Antes de nada no se me dan muy bien estas escenas y me da un poco de vergüenza jeje. Si te sientes incómodx leyándolas pues sáltala hasta los tres asteriscos.

***
Empezó con un beso salvaje y subía sus manos por mis muslos.

Se le veía desesperado mientras iba a su habitación.

Metió su mano bajo mi camisa mientras dejaba besos y chupetones en mi cuello.

Hasta que se deshizo de mí camisa y paso a la falda.

-Joder, estas jodidamente sexy.

Me deshice de su camisa y algunos botones volaron por la habitación.

En cuestión de segundos ya estaba tumbada con él encima de mi dejando besos por todo mi cuerpo. Marcando territorio.

Cuando sentí sus dedos dentro de mi ahogue un gemido.

-Gime joder, te ves tan guapa haciéndolo.

Volvió con su rastro de besos hasta mis labios y me miró buscando mi aprobación. Asentí y noté su  miembro introducirse.

Al principio dolió un poco pero lo hacía con suavidez y delicadeza.

Hasta que empezó a dar estocadas más fuertes y la cabecera chocaba contra la pared.

La habitación estaba llena de gemidos y de uno diciendo el nombre del otro.

Mis piernas comenzaron a temblar y sentía que estaba cerca y él también lo noto.

Llegue a mi cima y él no tardo mucho.

-No te pienses que he acabado contigo, llevo mucho tiempo pensando en hacerte mía hasta que lleves tatuado mi nombre.

Me colocó encima de él. Moví mis caderas en círculos haciéndole disfrutar.

Así estuvimos experimentando más de lo que habíamos experimentado en tres años.

Ducha, sofá... Y joder cómo lo hacía ese hombre.

***

Desperté entre las sábanas por el tacto de sus manos en mi cara. Él seguía sin camiseta y me acariciaba la cara suavemente.

-¿Qué hora es?- le pregunté.

-Las tres o algo así.- dijo sin dejar de mirarme.

Estuvimos un rato y los ojos que la primera vez que vi me parecían oscuros y misteriosos ahora me llevaban al mismo cielo.

Legolas se subió a la cama y le acaricié desde la cabeza hasta la cola.

-Hola precioso.- le saludé.

-Le quieres a él más que a mi.

-Bueno lo de anoche no se lo hago a cualquiera.

Sonrió divertido y se levantó de la cama. Él ya tenía sus calzoncillos puestos y cuando se dio la vuelta alargué mi mano para darle una nalgada.

-Te recuerdo que tú aún no tienes las bragas.- dijo girándose.

Se acercó y comenzó ha hacerme cosquillas me trataba de proteger con las sábanas pero acabé por levantarme.

-Ahí te quería.

Cogí las bragas corriendo y me las puse pero no llegué a tiempo y me abrazó para poder hacer los mismo que le había hecho.

-Voy ha hacer la comida, tú haz lo que quieras.- dijo en mi hombro.

Le di un pequeño beso y se fue de la habitación. Me puse una de sus camisetas antes de empezar a recoger un poco el desastre.

Cuando fui a la cocina vi a Damiano cocinando y cogí los platos y vasos para poner la mesa. 

-¿Sabes? He estado pensando en presentarme para San Remo este año.

-¿De verdad?

-Sí. De hecho ya tengo una pequeña parte de la letra. Es una pena que solo pueda ser en Italiano.

-A ver cántamela. 

-Tendrás que esperar hasta febrero.- le piqué.

-Vamos, soy tú novio. Solo un poco.

-Te diré que se llama Cigno Bianco, ya está.

-Pero eso no es nada.

Volvió ha hacerme cosquillas hasta que sin querer se quemó con la vitro.

-El karma.- dije apunto de reírme.

Ambos nos reímos y yo fui a curarle la quemadura del brazo.

-Ya está a comer.

-Si fueras enfermera todos tus pacientes se quedarían enamorados de ti.- me dijo nariz con nariz.

-¿Ah si?

Él asintió y yo le di un corto beso.

La comida como siempre que la hacía él estaba muy buena y pasamos un tiempo agradable contándonos cosas que teníamos preparadas o para mi gira o para sus nuevas canciones.

Era bonito volver a estar con él después de tanto tiempo en los que casi no nos veíamos, sobre todo por mi parte. En dos días iba a irme de Italia por la gira así que decidimos aprovechar la tarde y fuimos por todo Roma.

Fuimos a ver una película, a comprar ropa, por alguna razón Damiano se quedó mirando la ropa de bebé, vimos una ópera, bueno la mitad de la ópera, ¿un cuarto de la ópera? Si bueno que nos aburrimos y nos fuimos.

Cuando llegamos estábamos reventados y fuimos a dormir pronto. Me desperté con un móvil apuntando a mi cara de recién levantada.

-¿Qué haces?

-Yo documente mi primer álbum, tu documentaras tu primera gira.

-Pero no era necesario grabarme recién levantada.- dije con la almohada en la cara.

-Sí lo era. A desayunar y a hacer la maleta.

Me quejé por que quería seguir durmiendo pero él me arrastró de un pie y yo me intenté agarrar a la cabecera pero acabé en el suelo.

-Te odio.

-Me amas cariño.- dijo intentando dejar un beso en mi boca pero yo simplemente aparté la cara.- Vamos a desayunar bella durmiente.

Me levanté y le seguí hasta la cocina, desayuné y los dos hicimos un cuarto de la maleta con algo de ropa que tenía en su casa y la de ayer. Pero tuvimos que ir a mi casa a por otras cosas como champús porque no me iba a llevar el de Damiano y más ropa.

Hicimos dos maletas porque tenía que meter mucha ropa y aparte tenía la mochila de cosas pequeña.

-Parece que te mudas.

-Cosas de querer ir fabulosa siempre.

Creo que Damiano se refería más a que me había llevado literalmente casi todo mi armario pero que le iba hacer, era una gira por casi todos los países de Europa.

Coraline ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora