Coraline ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #1

𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟒𝟑

Mi paso era firme y enfadado.

Damiano me seguía rogandome que le escuchara, y paré para escucharle, pero en un lugar menos concurrido.

-Coraline, no es lo que piensas.

-¿No? Osea que me vas a decir que el día que todo se fue a la mierda no estabas con Alessandra.

-Sí que estaba con ella, pero no como tu crees.

-¿Y qué hicisteis?

-Le conté lo que te estaba pasando, le pedí consejos para poder tratarte como te merecías.

-Y acabaste borracho, tiene sentido. Debí darme cuenta antes, al igual que nuestra ruptura nuestra relación también es Marketing, ¿no?

-¿Qué? ¿Qué coño dices?

Ahora él también parecía enfadado.

-Por Dios, en el momento en el que Alessandra empezó a hacerse famosa paso lo de la ruptura y estuvimos más de un mes en los programas de cotilleos, los tres. Sea un buen o mal marketing, lo sigue siendo.

-¿Y por eso crees que ahora también es marketing?

Asentí.

Mi teoría tenía todo el sentido del mundo. Justo habían ganado eurovision, yo había sacado un álbum bastante famoso. Íbamos a estar en boca de toda Europa, mejor dicho del mundo.

-Puedes creer lo que quieras, pero esto te está afectando mucho Oliveira. Deberías de dejar de sobrepensar tanto las cosas.

Solo me llama por mi apellido cuando esta enfadado, muy enfadado.

-Pensé en algún momento que todo podría ser como antes, que podría tener una buena relación y que tú podrías ser feliz. Ahora veo que yo no te hago feliz. Y los siento.

Joder la había cagado.

-Damiano, yo no quería decir eso.

-Lo has hecho.

Se fue y yo me quedé allí, plantada. Quería volver al hotel y llorar pero no podía.

Joder, soy una gilipollas.

Corrí ha encerrarme a mi camerino y allí lloré como una loca.

-Odio la fama. Quiero ser una persona normal, quiero pasar tiempo con mi familia, tener una relación normal, quiero vivir. JODER.

-¿Cori? ¿Estás bien?- preguntó Minnie mientras entraba suavemente.

-No. Esto es una mierda.

-¿Quieres cancelar San Remo?

-No, no me refiero ha eso, me refiero a que mi vida es una total y puta mierda. Odio ser famosa y odio a mi yo del pasado por aceptar ir a ese estúpido concurso gracias al cual estoy en la mierda.

-No, gracias a él has conocido a personas maravillosas.

-Pero siempre acabo jodiendo todo.

-Vamos a hacer algo, voy a llamar a alguien de maquillaje para que te retoque esto, tú vas a tranquilizarte, dejar de pensar en caliente y salir ahí a demostrar lo que tu voz vale. Si cuqndo llegas al hotel no quieres seguir con esto, haré todo lo posible para que tú estés feliz.

-Gracias Minnie.

La abracé antes de que se fuera y me tranquilice como ella me había dicho.

Llegó un maquillador y sin preguntar porque mi cara estaba llena de pintura corrida hizo su trabajo, le agradecí y se fue.

No tardó mucho en tocarme, por lo menos dejé de tener los ojos rojos y pude disfrutar cantando. Si estar concentrada en no equivocarse se podía llamar disfrutar.

Salí del escenario y me encontré a Minnie.

-Has estado genial, les has gustado mucho.

-Me alegro.- el dije.

-Ven, vamos con el resto.

Fuimos con el resto de participantes que ya habían actuado y todos me felicitaron y yo también a ellos. Todas las propuestas eran buenas y no sabía si tenía posibilidades. 

Me centré en el festival aunque mi cabeza estaba pensando en Damiano. Y cuando salieron a cantar Coraline, joder, nunca había querido desaparecer más.

Él cantaba suave, mientras Thomas tocaba la guitarra.

Había un foco apuntándole solo a él pero yo no necesitaba eso para fijarme en él. Para mí el mundo se había parado y solo estaba él cantando. 

Cuando empezó la primera parte, todas las luces se encendieron y le vi mirando a todos buscando algo. Nunca le había visto tan distraído mientras cantaba.

Cantaba con sentimiento y fue en el estribillo que me di cuenta el dolor que le había causado con mis palabras absurdas, el dolor que yo le había causado y me odiaba mucho más ahora.

Sentía la mano de Minnie en mi muslo pero no le prestaba atención mi mirada solo se fijaba en ese precioso chico dolido por mi culpa.

Segundo estribillo, más doloroso, las lágrimas caían como cascadas por mis mejillas y solo quería correr y pedirle perdón, rogarle. Eso o desaparecer del mundo.

Y ese final, con los violines de fondo, su voz destrozada. Los cuatro en fila pero solo él estaba en mi foco de vista. 

Y cuando se apartó de el micrófono y vi como el presentador les entregaba las flores y vi como le daba un abrazo el dolor cayó sobre mi espalda. 

-Lo siento, no puedo.- le dije a Minnie y corrí de donde fuera que estuviera. 

Su voz se repetía en mi cabeza mientras corría hacía el escenario, algunos trataron de evitar que entrara en escena pero no pudieron evitar que me lanzara a sus brazos.

Él acepto el abrazo medio obligado y medio confuso.

-Lo siento.- le murmuré.- Lo siento mucho, mucho. Perdóname por favor.

Me aferré a él y el mundo volvió a desaparecer. Solo le estaba abrazando en una sala completamente negra, rogando por su perdón.

-Lo siento Damiano, me odio por hacerte daño.

-Shh, vuelve con tú amiga.

Él se separó poco a poco y vi a toda esa gente a la que antes no había prestado atención, con móviles apuntando hacía nosotros.

-Ahora voy contigo.- me susurró.

-Coraline, Coraline.- me llamaba Minnie.- Va a tocar Maneskin.

Todo había sido un sueño, me había quedado dormida en el sofá. Esto era un horror. Una pesadilla, estaba claro.

Volví a notar la voz dolida de Damiano, volví a sentirme culpable, volví a llorar, volví a verle llorar, volví a correr pero esta vez no hacía el escenario, esta vez hacía el baño.

Me miré al espejo, todo corrido y mis ojos de nuevo rojos.

Una sensación de nauseas subió por mi vientre hasta mi boca. Corrí a uno de los inodoros y cuando estaba echando todo lo que había comido escuché la puerta del baño abrirse.

-¿Coraline? ¿Dónde estás?

-Aquí.- dije como pude.

Abrió la puerta y me vio en el suelo toda manchada de vomito.

-Ay, mi vida.- me agarró del pelo y yo seguí vomitando.- ¿Qué ah pasado?

-No lo sé. Los nervios.

Me ayudó a levantarme y a lavarme la cara.

-¿Volvemos?

Asentí y fuimos a donde estaban todos.

Lo primero que vi fue su figura hablando con Mahmood. Las lágrimas volvieron a mis ojos cuando nuestras miradas se chocaron.

Se acercó a mi lentamente y yo no sabía que hacer.