𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟖

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Cuando me desperté no vi a Damiano en toda la casa, pensé que se habría ido a comprar algo o dar un paseo y me puse a ver la televisión.

Una hora después le mande un mensaje sin recibir respuesta. No vino a la hora de la comida y fue cuando empecé a llamar a los chicos por si sabían donde estaba y le llamé a él unas cuantas veces pero no recibí respuesta.

Estaba super preocupada, llamé a su hermano pero él tampoco sabía donde estaba.

Volví a sentir esa sensación de falta de aire del concierto. 

-Estará bien no te preocupes.- me decía a mi misma. 

Trataba de controlar mi respiración y poco a poco mi calme.

Fue a las tres de la mañana cuando entró el chico no muy sobrio que digamos.

-¿Dónde estabas?- le pregunté calmada y solo esperando una respuesta.

-Ay, ya viene la controladora.

-¿Controladora? Te has ido, sin decirme nada, y vuelves borracho a las tres de la mañana. Te he mandado mensajes y llamadas, ni tu hermano ni tus amigos sabían donde estabas.

-¿Qué más te da lo que haya hecho?

-ESTABA PREOCUPADA, DAMIANO, PREOCUPADA.

-BUENO CHICA, YO HE ESTADO PREOCUPADO POR TI TODO EL MES Y APENAS ME HAS DIRIGIDO LA PALABRA.

-AHORA COMPARA LO TUYO CON LO MÍO.

Se fue a su habitación y yo le seguí pero me cerró la puerta en las narices.

-Abre la puerta.

-No.

-Damiano abre la puerta. ¿Haces esto entonces porque te preocupas por mi?

Sabía que me estaba escuchando desde el otro lado de la puerta así que seguí.

-Si te hubiera importado lo más mínimo no te hubieras ido sin avisar. PERO LO HAS HECHO. ABRE LA PUTA PUERTA.- dije dando portazos.- Abre la puerta.

-No puedo hacerlo.

-Abre la puerta. ABRE LA PUERTA.

Me senté en el suelo mientras escuché como corría el agua de su ducha. Ya no me escuchaba ni lo más mínimo.

Grité fuerte mientras lloraba.

Bajo los efectos del alcohol sabía que él no podría pensar lo que decía, por eso me quedé casi toda la noche en la puerta esperando a que abriera la puerta me pidiera perdón y todo fuera como antes.

Pero antes de quedarme dormida en el suelo preferí ir a la habitación de invitados. Dormí abrazada a los dos gatos y cuando desperté aún Damiano no había despertado así que le hice una nota.

Me voy a mi casa, te quiero.

Se la dejé donde la noche anterior había estado sentada y me despedí de los gatitos antes de salir.

Una vez en casa me tumbé en el sofá a pensar. Creo que era un momento en el que los dos teníamos que pasar tiempo solos o haciendo otras cosas. 

Escuché el telefonillo y fui lentamente hacía él.

-¿Si?

-Coraline, déjame entrar.

-Escúchame, Damiano, deberíamos tener un tiempo para pensar. Ambos hemos estados sometidos a mucho estrés estás semanas y deberías pasar las navidades con tú familia.

-No, quiero hablar contigo.

-No, déjame dos semanas para pensar, solo dos semanas. Después de esas dos semanas tendré toda la obligación de aceptarte en mi casa y hablaremos.

-Solo dos semanas.

-Solo.

Dejé el telefonillo y fui ha hacer lo que más ayudaba a pensar y lo que normalmente hacía. Llenar la bañera y sumergir mi cabeza mientras escucho algo de música. 

Tenía muchas cosas en las que pensar, pero a la vez eran pocas las que no eran estúpidas.

Nada más salir llamé a mi psicóloga. Creo que le sorprendió que tuviera tiempo para ir y me puso cita al día siguiente por la tarde. 

Y tenía razón, no es que no quiera ir pero no encontraba el momento correcto.

Al no poder descansar solo me quedo hacer una cosa, tapar mi dolor con el dolor de otros, y no me malinterpreten me refiero a leer cosas donde los personajes sufren así poder olvidar por un momento el dolor personal. 

El primer libro que se me pasa por la mente es Luna Nueva, es el libro que me he leído más veces de toda la saga porque es el libro en el que Bella más sufre y el primer libro al que recurro para tapar mi dolor.

Tantas veces me lo había leído que me conocía sus capítulos a la perfección y podía hacer un resumen de cada uno sin tener que leérmelo.

El dolor de Bella era tan detallado tan especial que por mucho que leyera las mismas palabras una y otra vez siempre iban a provocar un mínimo de dolor.

Cuando la psicóloga me vio en la sala de espera me sonrió y pasé a la sala.

-Bien, ¿a qué se debe su visita?

Coraline ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora