𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟏

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-Tú chaqueta.- le dije.

-Gracias, esta noche vamos a ir a una discoteca, ¿te apuntas?

-Tengo...

-Universidad. Pues no sé habla más, hasta otra.

-Espera que me den a las clases, ¿a que hora?

-A las 9 en mi casa.- dijo antes de cerrar la puerta con una sonrisa.

Feliz volé a mi cuarto y mire la hora, 7:36. Fui a la ducha y me puse la playlist más bad bitch que tuviera a tope de volumen.

Salí de la ducha y me seque el pelo.

Me puse un corset negro, pantalón rojo suelto, unas botas altas negras y el maquillaje.

A me rize un poco el pelo y a las 9 menos cuarto salí de casa. La de Damiano no estaba relativamente lejos e iba con tiempo.

Cuando llegue creo que el resto del grupo se sorprendió.

-Hermosa.- dijo Damiano.

Después fuimos a la discoteca. Era muy grande y ya empezaba haber gente. Eran las 10 cuando llegamos.

Fuimos a la barra todos juntos y trate de controlarme un poco tomando pequeños sorbos a la copa.

La música sonaba a todo volumen en mi cerebro, volvía a sentir esa sensación que tenía a mis 18 en mis primeras discotecas con los chicos.

-Vamos a bailar.- dijo Victoria tirando de mi.

Bailabamos algo pegadas mientras las vibraciones de Wild Thoughts eran lo único que separaban cada centímetro de nuestra piel.

Ella llevaba un top y un pantalón ajustado. Por lo cual permitía más el roce de nuestras caderas y cinturas.

Sentía la mirada de alguien sobre mi y me gire a los chicos para encontrarme a Damiano mirándome de arriba abajo.

Algo de vergüenza me llego a las mejillas y pensé en parar hasta que algo me dijo que continuará a un mejor.

Me pegue más a Victoria y vi la lengua de Damiano mojar sus labios, gesto que me ponía tan nerviosa cuando estábamos juntos. Vacile un poco y continue bailando, le sacaba un poco de altura a Victoria pero no demasiada, lo suficiente como manejarla como quisiera, darle vuelta y tocarle el vientre a su gusto.

Media hora después creo que ya estaba lo suficientemente borracha como para decir o hacer locuras.

Ahora Thomas tonteaba con una chica mientras el resto bailabamos juntos.

-¿Cómo está Michael?- preguntó Damiano por encima de la música.

Ese hombre tenía tanta resistencia al alcohol que empezaba a pensar que era un tipo de superheroes con poderes.

-¿Que Michael?- pregunté sin parar de bailar.

-Tu novio.

-Oh. Eso me lo invente para poder evitar mis sentimientos hacia ti, solo somos amigos.

Quise taparme la boca o desmentir lo que había dicho pero Damiano se fue corriendo.

Me sentí mal por haberle mentido pero cuando Vic se acerco para seguir bailando me olvide. Tal vez no estaba enfadado.

La noche pasaba, las copas seguían pasando por mi garganta, cada vez más seca.

Hasta que de nuevo, Electric Love comenzó a sonar.

El alcohol bajo de mi cerebro al recordar esa noche. Y me di cuenta de que bailaba  sola en la pista, no estaba segura de dónde estaban los chicos.

Mire en los baños lo más cercano a mi mientras la canción ya iba por el minuto 1:30.

Salí y volví a la pista mire a todos lados buscando a alguno del grupo.

Vi el pelo de Damiano a lo lejos y aparte a la gente llendo en su dirección.

El se giro a mi a unos pasos de que yo llegara y también camino hacia mi. Nos abrazamos, mis ojos estaban un poco auguados.

Le mire a los ojos y le repitió mi acción, después me agarró la cara y acerco mi rostro al suyo.

Nos fundimos en un beso necesitado, pasional.

Y de repente sentí un balde de agua fría por todo mi pelo.

Estaba en la calle, en que momento había llegado aquí.

Los cuatro italianos me miraban de cerca.

-¿Cuántas copas te has tomado?- preguntó Thomas.

-No tengo ni puta idea.- respondi agotada.

-Te llevo a casa, chicos vosotros también deberías iros. Es tarde.- dijo Damiano.

Me negué tanto a que Damiano me acompañara. Ni siquiera podía mirarle después de haberme imaginado que le besaba. Y menos después de haberle dicho que le había mentido.

Pero al final me agarró de la muñeca y me subió a su coche.

Llegamos a mi casa y me obligó a ducharme, se quedó en la puerta del baño (obviamente cerrada) mientras me duchaba.

Después me dio el pijama y me acompaño a su habitación para que me acostara.

-Espera.- le dije

Se giro a verme.

-¿Puedes... Quedarte conmigo esta noche?- le pregunté.

-Sí claro, dormiré en la habitación de invitados.

-No, no. Me refiero a dormir, conmigo.- dije delicadamente esperando su reacción.

Al principio se mostró sorprendido.

-Sí claro, supongo que no pasará nada.

El se acostó a mi lado con lo puesto.

Nos mirábamos el uno al otro sin poder decir palabra, estuvimos un rato así hasta que rompí el silencio.

-Perdón por mentirte, te vi con Alessandra y no se porqué se me pasó por la mente decir eso. Debí haberlo desmentido en cuanto pude.

-Alessandra y yo solo somos amigos, ya está.

-Pero, antes de la cuarentena, salías mucho juntos.

-¿Llegaste a creer que te engañaba con ella?-preguntó.

Vacile un poco en si contestarle o no pero acabe asintiendo con la cabeza.

El se acerco un poco más y me acarició la cabeza.

-Sabes que solo te quería a ti, solo te quiero a ti. Aunque la prensa puede ser muy inteligente a veces.

Coraline ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora