𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟑𝟏

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Cuando volvimos ni Fred ni la tía de Coraline ni los niños estaban. 

-Dice el médico que están muy seguros de las analíticas, si Coraline hubiera comido más habría llegado lucida al hospital.

-¿Quieres decir que se desmayó?- le pregunte a Alizée.

-Sí, antes de que llegarán la ambulancia ella ya estaba inconsciente.

Esta vez si me senté y pensé en lo mucho que la quería y que no quería perderla, no ahora que podíamos volver estar juntos.

Pude observar al resto más detenidamente. Ethan estaba mirando un punto fijo como el padre de Coraline, Thomas y Victoria hablaban en bajo para apartar su mente de pensamientos negativos, siempre lo hacía. Alizée estaba mirando su móvil con alguna lágrima por su mejilla.

Una hora después nos dijeron que Coraline ya había salido de quirofano y estaba en la habitación 524.

-Chico ve tú.- me dijo su padre.

-Es su hija, debería ir usted.

-Yo no sería capaz de ver así a mi hija, ve tú. Ella te quiere mucho.- me dijo.

Asentí y me fui directa a la habitación. Cuando entré vi a la chica tumbada en la cama, con un montón de cables y vías por su cuerpo. El monitor de signos vitales mostraba cierta tranquilidad en la chica.

Recordé que el médico dijo que al hablarla tal vez podría escucharnos y despertar antes.

-Hola pequeña. No estoy enfadado porque no hayas ido al aeropuerto como sueles pensar, así que te prohíbo pedirme perdón cuando despiertes. Eres una chica muy fuerte y sé que lo vas a hacer, dentro de poco saldrás de esta horrible habitación con olor a hospital y a medicinas y podremos cenar juntos en pareja. Y dar paseos.

Me senté en la silla de acompañante y le cogí la mano.

Me dolía verla con una mascarilla de aire y llena de heridas por los cristales. 

-Cuando tengas hijos le podrás decir que fuiste muy fuerte y podrás enseñarle las cicatrices de cuando casi mueres. Por Dios Coraline no me dejes, te necesito.

Varias lágrimas salieron de mis ojos y el no obtener una respuesta me dejaba aún peor.

-Despierta. Te lo ruego. Por favor. Esto es una mierda.

Estuve un rato en silencio hasta que vi como Ethan entraba en la habitación.

-¿Como está?

-No ha pasado nada desde que estoy aquí, ni siquiera se ha movido un milímetro.

-No ha pasado tanto tiempo, deberías darla tiempo. Dicen Victoria y Thomas que se van a quedar aquí mientras el resto comemos.

-No tengo hambre.

-Venga tío, tienes que comer, cuando termines puedes irte a casa y descansar un poco.

-Es que no me quiero ir a casa. Quiero estar con ella.

-Mientras tú no estés habrá más gente con ella, hay muchos que la quieren y no la van a dejar sola. Tú tampoco la dejarás sola si te vas a comer o dormir un rato.

Acabé levantándome y yendo a comer un poco. Los cuatro allí estuvimos en un silencio constante hasta que Alizée habló.

-¿Como está?

-Está dormida, no ha despertado. Y está tranquila según el monitor.

-Me alegro.

Seguimos comiendo y Ethan insistió tanto en que fuera a casa para descansar que no le pude decir que no. 

Pero no dormí, solo estuve pendiente por si pasaba algo, y por ahí de una hora volví al hospital. Ethan notó que no había dormido pero no dijo nada.

Ahora en la habitación estaban Alizée y su padre y nosotros cuatro estábamos en la sala de espera.

La hermana de Coraline entró en la sala con una mini sonrisa.

-Ha despertado.- dijo.

Me levanté corriendo y corrí a la habitación. Vi a su padre fuera y a dos enfermeras quitándole algunas cosas y cambiándole las vías.

Ambas enfermeras salieron y entré. Me puse de rodillas a su altura y le di una cálida sonrisa. 

-Hola pequeña.- le dije.

-Hola.

-¿Como te encuentras?

-Me duele la cabeza y el cuerpo un poco. Siento no haber...

-No te disculpes por algo que no es tú culpa.

Se le notaba en la voz aún un poco de la anestesia y me hacía gracia sus gestos y sus palabras.

-La barba que tienes me hace querer follarte ahora mismo.

-Coraline.- advirtió su padre mientras yo me reía.

-Lo siento papi.

Apreté su mano sutilmente y la acaricié.

-Te quiero mucho Cori.

-Yo también Dami.

No pude evitar pensar en lo que había dicho el médico sobre sus defensas

-Pero necesito que me digas una cosa, y con total sinceridad. ¿Cuánto tiempo has estado sin comer?

Su padre parecía sorprendido y ella solo evitó mi manera.

-Necesito que me respondas.

-No voy a responder a eso.

-Cuando estés lista, por favor.

Solo siguió un silencio interrumpido por el sonido de sus latidos en el monitor, menos calmados que cuando estaba dormida.

-Creo que deberías descansar, cariño.- dijo su padre.- Vamos Damiano, tú también deberías dormir.

-Vale papá.

-Adiós Cori.

-Adiós Damiano.

Salí un poco mejor después de verla pero no con la respuesta que me había dado.

Coraline ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora