𝐂𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟐

358 21 10
                                    

No reaccione a la primera frase, me quedé mirándole o más bien mirando sus labios.

-¿Sabes? Nunca deje de quererte.- le dije aunque al segundo me arrepentí.

-Que te hace pensar que yo sí. Me dolió mucho la ruptura Coraline. Me duele más saber que fue la estupida prensa la culpable. Si tan solo hubiéramos sido gente normal.

-No nos hubiéramos conocido.- le respondi.

Ambos nos acercábamos más por segundos.

-Realmente siento haber mentido.

-No pasa nada. Ahora duerme, sigues un poco borracha. Continuaremos la conversación mañana.

Con el roce de su mano cerré los ojos. Tenía ganas de decirle lo mucho que le había echado de menos, lo sola que me sentía en casa sin alguna tontería suya, las aburridas que se hacían las tardes sin esos lives que hacíamos para comunicarnos sin importar que miles de personas nos vieran. Poder expresarle todo lo que sentía en un beso, poder besarle de verdad.

Y a pesar de que ya la ducha hubiera calmado los efectos del alcohol el roce de su mano caliente con mi cara hacia que me calmase tanto que me dormí plácidamente sin ningún tipo de pesadilla o sueño extraño.

A la mañana siguiente vi que las sabanas estaban vacías a mi lado.

Pensé por un minuto que tal vez me lo hubiera imaginado por el alcohol y que realmente solo me hubiera dejado en la puerta de mi casa y ya.

Por eso me tomé mi tiempo y me duche tranquilamente porque seguí apestando a alcohol. Me lave los dientes y me vestí con algo decente.

Baje las escaleras y me asuste al ver a Damiano en al cocina.

-Mamma mia.-murmure mientras me llevaba una mano al pecho.

-Buenos días linda fleur.

Cada vez que me decía ese apodo con ese perfecto acento y esa voz ronca podían darme 4 paros cardíacos a la vez o derretirme hasta dejar de existir.

Amaba cuando me hablaba en francés, o cuando al menos lo intentaba.

-Está vez no te he hecho tortitas, he hecho leche con galletas, pero se me ha ocurrido comprar algo para que no fuera tan soso.

Vi una bandeja en al mesa, tenía dos tazas de te, uno con cola cao. Unas pocas galletas y canela en polvo para mi leche, él sabía cuanto la amaba así.

Pero las protagonistas eran unas pequeñas lavanda y unos bombones alrededor de toda la bandeja.

-Gracias.- fue lo único que pude decir.

Levante la vista para encontrarme con sus ojos tan profundos como siempre.

Me senté tranquila y desayune a mi ritmo, despacio, evitando a toda costa la conversación.

A largo plazo ya no estaba segura de lo que le iba a decir.

El se sentó enfrente de mi y también comenzó a desayunar.

Ambos íbamos al ritmo del otro, lentos y saboreando cada partícula de la comida.

Yo saboreaba cada gramo de canela y el notaba como cada grumo del cola cao se disolvía en su paladar.

El ambiente se ponía tenso por cada segundo, hasta que note que Damiano tenía la intención de hablar.

-Bien, Coraline yo...

-¿Vamos al parque?- interrumpí antes de que acabará la frase.

Damiano parecía sorprendido por la propuesta y yo me bebí todo la leche de una y le comencé a dar prisa.

Coraline ✔️ ꜰᴀᴍᴇ #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora