Capítulo 19.

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Nicolás Lombardo.

El sonido de mi teléfono me martillea la cabeza, me cuesta abrir los ojos y cuando lo hago la luz que entra por la ventana es la que me jode más.

El teléfono sigue sonando, pero no presto atención, la cabeza me pesa, quizás por mi pasada de copas de anoche y ahora tengo a una mujer que no conozco durmiendo a mi lado.

Empiezo a moverme, para incorporarme e irme, pero siento los brazos que me rodean. Joder que fastidio.

Miro hacia atrás y veo a la chica pelinegra durmiendo, me incorporo rápidamente, recordando lo de anoche y la cabeza sigue matándome.

Culpo a mi padre de esto, a él y a sus estúpidas maneras se quererme hacer un hombre de bien. A mis 28 años con todo lo que he logrado, hasta donde he llegado, solo y aún cree que puede ponerme condiciones. Me enoja y me choca.

Nunca le pongo atención, pero está vez me amenazó con algo importante para mí, algo que me ha costado levantar más, no solo para que él se sintiera orgulloso de mí, sino porque yo también me lleno de orgullo.

Me visto rápidamente, para irme a mi pent-house. Algo que tengo es que no llevo a ninguna mujer a mi casa, jamás lo haría.

- ¿A dónde vas guapo?

La ignoro, no me gusta hablar en las mañanas con la mujer con la que estuve solo una noche, ellas tienen claro que será solo eso. Para que buscar conversiones aburridas y poco relevantes para mí.

Tomo mi teléfono que vuelve a sonar con una llamada de mi padre. Salgo de la habitación y cuando llegó a recesión le digo al señor que ya puede subir a limpiar, me entregan mi auto y conduzco a toda velocidad a mi casa.

Hoy tengo trabajo, a pesar de ser el jefe, odio llegar tarde.

Otra llamada entra a mi teléfono y cuando reviso es mi madre, no contesto, sé que es mi padre que llama, así que llegó a casa.

-Buenos días señor -me saludan en la entrada y también lo ignoro.

Subo en ascensor, marco el código que me lleva directamente a mi pent-house.

Hago todo rápido, me ducho, me visto con un traje de color gris oscuro, me aplicó mi fragancia dignified privée y el rolex me lo pongo mientras bajo las escaleras, llegando a la sala.

En eso entra otra llamada, pero está vez es de mi hermano Nathan, está si la contesto.

- ¿Qué pasa?

-hey, hermano, linda mañana ¿no? -dice y puedo notarlo algo relajado.

-No. -Contesto - ¿Qué quieres?

-Gracias, por los buenos días. -dice provocando que gire los ojos. - papá dice que no contestas, así que...

- ¿Desde cuando eres su mensajero?

-Desde que no contestas sus llamadas, la cosa es que quiere que nos reunamos. -dice y escucho como se cierra la puerta de un auto.

-Ya sé que quiere y tú también, para que joder tanto el asunto.

-Sabes que no va de broma, procura hacer lo que tengas que hacer rápido, hermano o perderás la empresa. -Dice y lo escucho soltar aire -Se lo mucho que te importa, pero Alissa lo ha querido toda su vida, sabes que si ve una posibilidad no descansará hasta tenerla.

Y es cierto, Alissa es mi hermana mayor y por desgracia siente pasión por lo mismo que yo, desde que mi padre decidió dejarme la empresa de publicidad a mí, ha buscado la forma de joderme, pero por alguna razón ella no obtuvo el puesto. Y esa razón es que jamás será como yo.

Mi Deseo. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora