Mi Deseo. ©

Capítulo 46 parte 1.

Maratón 1/2

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Nicolás Lombardo.

Había llegado el día, al fin de alguna manera sentía que Anna se libraría de ese tipo. Sé lo difícil que había resultado para ella llegar a este punto, en el que sabes que estarás frente a esa persona que un día te lastimó.

Después de hablar con el abogado de familia que habíamos conseguido —Y que yo me aseguré que si era el mejor del país —he quedado más tranquilo con todo, el señor Pitt nos afirma que si todo sale como está planeado el proceso será rápido, solo espero que el idiota de Owen coopere como asegura que lo hará.

De no hacerlo le rompere la cara como deseo hacerlo desde que lo tuve frente a mi.

Nos dirigimos hacía el bufete de abogados de la amiga de mi padre allá se llevará acabo todo el proceso. Anna va a mi lado y va en total silencio, no quiero molestarla, pero también quiero que se sienta bien con la decisión que ha tomado.

Me detengo en un semáforo.

Sujeto su delicada mano que reposa tranquila sobre su pierna y le doy un suave apretón, al sentir mi tacto lleva su mirada hacia mi y sucede lo que quería que pasara. La sonrisa que me brinda hace que sienta un ligero frescor en mi interior.

Estiro de su mano hasta llevarla a mis labios donde dejo un beso.

—Si supieras lo hermosa que te ves —digo.

Ella sonríe más haciendo que sus ojos color café brillen como dos estrellas.

—Me has dicho eso durante todo el camino. —eleva una de sus cejas y con su mano libre esconde un mechón de su cabello detrás de su oreja.

—Pues no me canso de hacerlo, es la verdad. —arranco el auto cuando tengo pase, pero no suelto su mano la cual acaricio con mi pulgar.

—O solo quieres distraerme —siento su mirada sobre mi y sin mirarla sé que me mira con obviedad.

—Me ofendes, en serio piensas que para distraerte necesito decir que estás hermosa.

—No lo sé, quizás no encuentras algo más que decir —Ella sulta mi mano dejando la de ella libre y la lleva a mi mejilla haciendo lo que tanto amo que haga —Estoy bien cariño, solo algo ansiosa porque no sé que pueda pasar.

La entiendo y estaré con ella en cada paso que de, quiero que sepa que en caso de sentirse nerviosa, yo la voy sostener.

Entro por el parqueo de la firma y encuentro espacio rápido por suelte.

—Esta bien, estoy aquí ¿entiendes?

Asiente y aunque ya estoy estacionado nos quedamos un rato en el auto.

—Lo sé —afirma tomando mi rostro con ambas manos y me acerca a ella depositando un suave beso en mis labios —Y saberlo es que me da seguridad.

Me quedo un rato mirando las dos perlas de ojos que tiene y eso termina de darme tranquilidad, ver su absoluta sinceridad.

La firma es un edificio de algunos dieciséis pisos, los cuales poseen unos enormes ventanales tintados de azul, el estilo de adentro es completamente minimalista, lo que de alguna manera da relajación.

Subimos por el ascensor en silencio, pero tomados de las manos. Llegamos hasta la sala de junta de la firma donde nos encontramos con el señor Pitt nuestro abogado.

—Señor Lombardo, Señora Roberts —estrecha mi mano con la suya al momento de que llegamos a su encuentro y luego hace lo mismo con Anna —Tenemos todo preparado.