Capítulo 38.

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Tomo a mi niña cargandola en mis brazos y tan pronto lo hago ella empieza a temblar como teniendo escalofrío.

Empiezo a gritar a mi mamá  para que pida un taxi y así  llevar a Maya a un hospital puesto que su fiebre está muy alta y lo último que quiero es que mi hija convulsione a causa de eso.

Entre medio de mis gritos escucho un gimoteo por parte de Maya y seguido de eso, su voz.

—Mami... mi cabela —dice recordando su cabeza en mi hombro.

—La cabeza... ¿te duele tu cabeza amor?

Ella asiente lentamente  y en eso llega mi madre y cuando le explico que hay que llevar a Maya veo la pura preocupación inundar su rostro, sale corriendo a llamar un taxi mientras yo envuelvo a Maya en una manta, aunque ahora ya no suda y lo que hace es temblar de frío, es mejor que sude toda la fiebre.

El taxi no tarda en llegar al hospital y cuando me bajó de él corro a la entrada de emergencia lo más rápido que puedo, siento a mi detrás de mi, pero no me giro sé que ella entenderá y me alcanzará.

Cuando entro empiezo a pedir ayuda de inmediato, pero hoy hay muchas personas y a pesar de que pueden ver como tengo a mi hija nadie se acerca.

Me acerco a una enfermera, esta vestida con un traje azul con diseños de leones y es rubia de ojos verdes. Espero y sea amable.

—Disculpe señorita, por favor ayúdeme, mi hija... —empiezo a decir y trato de calmarme, pero empiezo a sentir mis ojos arder.

—Señora por favor trate de calmarse y siéntese en una de esas sillas de allá. —dice sin siquiera prestarme atención solo anota cosas en la tabla agarrapapel que tiene en la mano.

¿Qué?

—Por favor... es que no entiende mi hija...

—Lo entiendo señora, pero comprenda hay muchas personas antes que usted. —dice esta vez  mirándome.

Y sé que era cierto hoy había muchas personas tanta que creo que ni siquiera hay asientos.

—Se supone que esta es el área de emergencias. —digo, ya con lágrimas en mis ojos.

—Sí, pero estamos cortos de personas.

Siento como mi madre se me acerca por atrás y pasando una mano por la espalda me anima a caminar en unos de los asientos.

Una vez sentada abrazo a mi hija a mi y como algo que no puedo explicar o acto de ansiedad, mi pierna derecha se empieza a mover de arriba abajo mientras espero.

Mi madre trata de consolarme y se que también esta tan nerviosa como yo. Después de esperar por un rato y yo estar chequeado a Maya de vez en vez me levanto y me acerco a otra enfermera.

Esta es de cabello negro y su traje es también azul solo que con diferente diseños.

—Por favor mi niña está ardiendo en fiebre y temo que empiece a convulsionar.

Ella me mira y mira a Maya y después de un momento me hace seguirla y gracias a Dios, llegamos a otra sala donde las camas están divididas por cortinas y la verdad es que si hay muchas personas.

Rápido ella se acerca a un doctor y después de hablar un momento  con él este se acerca a mi y me hace acostar a Maya en una de las camas vacía.

—Buenas señoras soy el doctor Walter —Se presenta el doctor mientras él  y la enfermera empiezan a revisar a Maya. —¿Desde cuando tiene la fiebre?

Pregunta y veo como empieza a escuchar su corazón con un estetoscopio, pero yo estoy en blanco porque ni siquiera sé decirle desde cuando tiene la fiebre y mi madre es la que responde por mi.

Mi Deseo. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora