Mi Deseo. ©

capítulo 31.

⚠️ advertencia ⚠️
El siguiente cap tiene escenas ♦+18♦ si no te gusta leer esas escenas puedes pasarlas, suceden al final del capítulo. Sin más que decir, que empiece la lectura.

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-Me gustas mucho, Anna.

Debo de estar soñando, seguro que si, no entiendo cómo carajos este hombre es capaz de hacerme olvidar todo solo con besarme. Bueno me gusta desde la segunda vez que lo vi.

Y que ahora me diga estas cosas, es para provocarme un paro cardíaco, porque en serio que en mi mente no pasaba que yo le gustara, aunque claro hay que ver para que le gustó, porque siempre puede ser para una aventura, una aventura para la que estaba dispuesta.

No esperaba que me saltará con eso, más bien esperaba que me pidiera explicaciones, sobre lo de esta noche, aunque claro él no tiene derecho hacerlo, pero siento que se la debía después de todo, pero no, él en cambio estaba diciendo cosas que fácilmente me hacían desmayarme en sus brazos.

Lo cual no estaría mal, porque así podría estar cerca de él.

Pero ese no es el punto, el punto es que le gusto y aunque no lo sabe, él a mí me encanta. Estoy en shock, de mi boca no sale nada, solo me quedo ahí parada mirándolo, siento que el aire se me va y que voy a desmayarme en cualquier momento. No sé que decir, tal vez un y usted me encanta jefecito, pero solo puedo mirar esos ojos oscuros y embobarme más. La cosa es que mi mente no está trabajando y lo único que digo es:

-¿Eh...?

Y entonces Nicolás me sonríe y eso me acelera la respiración.

Él se acerca y de manera lenta besa mi nariz, luego mi mejilla, baja a mi cuello y lo besa también, entonces me agarró fuerte de la loseta porque siento que me voy a caer, juro que ya no siento el piso bajo mis pies. Pero no es hasta que se acerca a mi oído a repetir tan bella palabras que me vuelvo loca.

-Me gustas, mucho Anna -dice y me besa la mejilla izquierda -me fascinas -dice lento y me da ahora un beso en la otra - Y te admiro.

Tan pronto dice eso lo beso, lo beso para demostrarle que no le soy indiferente, aunque creo que ya lo sabía. Él me toma de la cintura y me acerca mucho más a él, baja otra vez a mi cuello y empiezo a notar que es mi debilidad porque yo misma me siento caliente.

Lentamente vamos dejando de besarnos y cuando lo hacemos el vuelve a sonreírme y yo solo respiro profundo porque no puedo hacer más nada que tratar de recuperar el aire.

Él aún con sus manos en mi cintura dice:

-Que ibas a decir.

Por su tono se que no es pregunta, así que solo sonrió porque empiezo a notar que hablar sobre lo que sucedió no tenía importancia, no en estos momentos.

-Pensé que querías que te hablara de lo sucedió esta noche -le dije mirando hacia su pecho un momento, para luego subir la mirada. -Pero ahora siento que no tiene importancia.

Le digo negando con la cabeza.

-Creo que en algún momento voy a querer saber -dice y quita sus manos de mi cintura para ponerlas en mis mejillas y acariciarlas con ternura. -pero ahora simplemente disfruto ver tu reacción al decirte que me gustas.

Y después de ese comentario solo pude reír, porque él me tiene, así de fácil y sencillo, él me tiene y algo me decía que lo sabía.

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