Capítulo 41.

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Solo lo observo, lo observo desde la cocina mientras él esta con Maya en el salón.

Obvio se tuvo que ganar a Maya otra vez, como dije a esta no le gustan los gritos, pero él le busco el lado y ya es de él de nuevo.

Pero yo solo los miro y lo hago con una sensación extraña, ademas de recordar las nítidas palabras de su hermana en donde decía que todo era un circo, de que carajos esta hablando.

Yo creo que Nicolás deberia aclararme, pero a la vez no sé si deba preguntar puesto que quizas sea algo familiar, siempre se noto que tenia problemas con su hermana mayor, pero que intensos ¿no?

Sí a la pobre marina la tenian peor que a la llorona. Otra cosa que me hace dudar si preguntarle o no es que estaban hablando en italiano, una clara señal de que no querian que supiera que decían.

Salgo de mi ensoñación cuando siento la pequeña mano de mi hija tocar mi pierna.

—Mami quiero agua por favor —dice pasando una mano por sus ojos.

Miro a Nicolás que me da una sonrisa y yo me dirijo a darle agua a mi hija y ya la toma y luego bostezando llega a donde Nicolás.

—Creo que alguien ya esta cansada —le dice Nicolas.

—No es cierto, me falta hacerte peinados. —dice Maya y entonces empiza a peinar a Nicolas con su cepillo de juguete.

Pero como dijo Nicolás Maya estaba cansada porque tan pronto termino dicho peinado —en donde Nicolás tenia dos ganchos de juguete en su cabeza agarrando dos mechones del poco cabello que tenia —se durmio, dejo que Nicolás la lleve a su cama mientras yo recojo todos los juguetes. 

Siento como toman mi cintura por detras haciendome dar un salto por la impresión.

—¿Te asuste? —pregunta en un susurro cerca de mi oido para después dejar un beso.

—Algo —le respondo voltandome aun en sus brazos.

Sonrio por un momento al ver que aun sigue con el peinado de Maya así que subo mi mano y se lo quito porque después no lo tomare en serio.

Entonces nos quedamos ahí mirándonos fijamente y el toma un mechon de mi cabello y lo pone detras de mi oreja.

—Has estado muy callada.

Suspiro antes de contestar.

—Si es que hoy ha sido un día... largo —le expreso sin despegar mis ojos de los suyos.

Entonces él cierra los ojos y después de respirar profundo se acerca más a mi.

—Solo olvidalo —dice en un susurro.

—¿Es lo qué quieres? ¿Qué lo olvide? —pregunto echando mi cabeza hacia atrás para mirarlo.

Carajo tal vez olvidarlo sea lo mejor, puesto que quizas esto no tenga que ver conmigo y solo sea un conflicto de familia, pero si Nicolás y yo decidimos estar juntos ¿no se supone que sus conflictos serán los mios y los mios de él? ¿no se supone que en cualquier caso, yo como su pareja debo ayudarlo a resolver los problemas con su hermana? ¿no se supone que si queremos paz en una relación hay que primero arreglar los problemas internos que tengamos nosotros mismo? Claro que si.

—Solo quiero que olvides lo malo, queria que todo saliera bien, pero con Alissa debí imaginarme que no. —me dice.

—pero es tu hermana, además Nicolas ella... —empiezo a decir, pero soy interrumpida por Nicolás.

—Anna, Alissa es... es que realmente no la conoces parece una blanca paloma, pero... —dice y sortando un suspiro continua —mira adoro a mi hermana, de verdad, es solo que ella y yo no estamos en la misma pagina nunca y es mejor dejarlo así.

Mi Deseo. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora