Capítulo 44.

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Anna Roberts

Las llamadas de números desconocidos han sido constantes, reconozco perfectamente el de Amanda, últimamente ha estado más insistente.

Pero solo han sido esas, por suerte no me molestan más las de el número privado, para ser sincera me asustaba escuchar esa extraña voz.

Nicolás me ha dejado con la boca abierta en varias ocaciones con las sorpresas que ha tenido para Maya, hasta le mando ha decorar una habitación para ella, además de otra llena de juguetes, ¡una habitación! Y Maya de lo más feliz.

Luego de eso todo ha estado normal —dentro de lo que cabe— se podría decir.

Hoy me encuentro en la empresa y después de ir a almorzar con Salomé voy rápido a la cocina de la oficina y empiezo a organizar el almuerzo que le traje a mi ogro, puesto que por estar tan empeñado en terminar todo el trabajo sé que aun no ha almorzado.

Cuando pongo todo en una bandeja voy lista a dárselo, sé que se alegrará.

Antes de llegar a mi puesto, paso por el lugar de Bruno el cual me da un saludo tímido, desde que la revista salio y en la empresa se sabe de la relación que tengo con Nicolás se ha mantenido algo distante, además las chismosas al fin tienen algo de que hablar.

Entre un pensamiento y otro llego hasta la oficina de Nicolás.

Toco la puerta con una de mis manos  mientras en la otra sostengo la bandeja, tener práctica como mesera permite que se me haga fácil. Abro la puerta con cuidado a pesar de no escuchar su típico pase.

—Ogro mira te... —empiezo pero al levantar la vista me encuentro con algo que va más allá de lo que un día imagine.

Nicolás y Owen juntos en su oficina.

Sostengo la bandeja con fuerza y miro de Nicolás a Owen. ¿Qué mierda?

Mi jefe se levanta lentamente.

—Hemos terminado aquí —Dice Nicolás ajustando un botón de su chaqueta.

Owen que no había dejado de mirarme asiente y se levanta haciendo lo mismo que Nicolás con sus traje, le ofrece su mano y mi ogro solo se cruza de brazos.

—Espero que nos hayamos podido entender señor Lombardo —dice Owen con una sutil sonrisa y empieza a caminar hacia la salida, yo me aparto de la entrada, pero él no aleja su mirada de mi —Fue bueno verte de nuevo, Anna —continua diciendo y veo como Nicolás frunce su ceño, Owen mira la bandeja y giñando su ojo tan parecido al de mi bebé, se va cerrando la puerta.

Respirando hondo y tratando de calmar mi mente, me alejo de la puerta. Dandole la espalda a Nicolás camino hacia la mesa de centro que hay en la oficina junto a los muebles y dejo ahí lo que tenía en mis manos, porque siento que en cualquier momento lo dejare caer.

—Anna... cariño... —escucho que dice Nicolás mientras siento como se acaerca.

—¿Qué hacia Owen aquí? —pregunto girandome lentamente.

Que mierda haría el allí, quiero encontrar una lógica, sé que después  de que salí en esa revista todos saben que soy pareja de Nicolás. ¿Quizas esta aquí por eso? ¿también  vino a molestar a Nicolás como a mi?, siento como mi respiración se acelera de solo pensar en Nicolás y Owen juntos.

Mi corazón late con fuerza de solo pensar en que mi pasado manche de alguna forma mi presente y que esa mancha sea indeleble.  

Mi jefe se acaeca más a mi y sostiene mi rostro con sus manos, cierro los ojos al sentir sus cálidas manos.

Mi Deseo. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora