Capítulo 25 parte 2.

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Nicolás lombardo. 

Dawn, así se llamaba el lugar al que iríamos esta noche, conozco el lugar y es un sitio que me gusta, me encontraba preparándome para encontrarme con ellos allá, esta vez decidí irme en mi auto y pensé en pasar a buscar a Anna, pero Nathan me dijo que llegaría con su amiga.

Después de ducharme me vestí con una camisa negra y unos jean oscuros, cuando me arregle completamente me fui y si estaba listo para la noche que tendría.

Conduje hasta el lugar, me estacione y camine hacia la entrada y ahí vi a Nathan de pie, las chicas aún no habían llegado.

—No entiendo porque a las mujeres les encanta hacernos esperar —dijo Nathan.

—Eso es mejor a que ellas nos esperen a nosotros. —le devolví para atrás.

Luego de un rato decidimos entrar, nos sentamos cerca de la entrada para ver cuando lleguen y mientras esperábamos pedimos algo de beber. Nathan empezó a teclear rápido, él era de las personas que no tenían nada de paciencia, bueno yo tampoco, pero ahora mismo estaba tranquilo hasta que levante la mirada y quede pasmado cuando vi a una chica entrar con un sexy vestido, uno que era corto y le queda ceñido al cuerpo y carajo soy hombre, solo verla hizo que mi cuerpo reaccionara de la última forma que esperaba que lo hiciera. Esa sexy chica era Anna a pesar de que las luces prendían y apagaban la reconocí.

Reaccione solamente cuando se acercaban y más cerca pude ver el color de su vestido y era uno de color rojo tinto, estaba hermosa. Ella me sonrío mientras entraba en mechón de cabello detrás de su oreja, hermosa y tierna, joder esta noche espero tener un fuerte autocontrol.

Al llegar me saluda con un beso en la mejilla y también saluda a mi hermano, mientras la loca de su amiga me saluda con entusiasmo, pero yo solo tengo los ojos en Anna.

No sentamos e inmediatamente pedimos bebidas, Nathan y yo seguimos bebiendo whisky, mientras ellas ordenaron unos mojitos.

—Estas hermosa —le dije al oído a Anna, ella me sonrió.

—Gracias... la verdad es que esto fue...—empezó a decir, pero se detuvo y luego dijo —tu tampoco te ves mal —me lo dijo en el oído también.

Y si todo estaba fluyendo de maravilla, más de lo que espere y me encanta, las bebidas vienen y van y Anna cambio la suya después que su amiga la convenciera de tomarse una que era de color verde, después de esa bebida está más suelta, y sigue bebiendo de la misma, una que creo es más fuerte.

—Me debes algo —le dije al oído, por la música tan alta que había era necesario, pero me gustaba hacerlo ya que podía notar como se ponía su piel cuando lo hacía, ella me mira riendo.

—Creo que eres tú el que me debe a mí —si sin ninguna duda le daré alcohol todas las mañanas, yo sonrío.

Ella mira hacia donde está su amiga y esta y Nathan no pierden tiempo, creo que ni siquiera hablaron.

—Podría pagarte la deuda, pero temo que te de un ataque de nervios. —le dije y eso hizo que riera como nunca la había escuchado reír.

—En serio soy tan obvia —dijo mordiendo su labio inferior y eso ya me lleva al borde de la locura, en serio muero por besarla, me acerque a su oído y le dije.

—Sí, lo eres —esta vez no me despegue de inmediato, más bien acaricie su mejilla con mi nariz, ella subió una de sus manos a mi hombro, mientras yo me deleitaba con su aroma.

—Bueno, eso es por tu culpa —dijo.

Yo me aleje un poco, solo un poco ya que tenía esos hermoso labios cerca de los míos, la mire a los ojos esperando que diga porque soy el culpable.

Mi Deseo. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora