¿Alguna vez has pensado que todas esas historias que has leído en tu vida pudiesen volverse realidad de un momento a otro?
Yo tampoco lo creía hasta que me paso.
Esta es mi historia, yo una chica cualquiera con un hombre lobo que llegó a mi vida pa...
Me despierto a mitad de noche, miro a mi lado a ver si está Laura. Se encuentra dormida. La miro de nuevo, su cuerpo ha sufrido algunos pocos cambios, se ve mas hermosa de lo que ya era. Le acaricio el vientre, parece que los pequeños están bien. Ella se remueve un poco y se acerca mas a mi, se acurruca a mi lado y yo no puedo evitar acercarla mas.
Ojalá pudiese mantenerla a salvo de todo, pero no puedo. Aún no entiendo del todo lo que está ocurriendo pero voy a estar ahí para ella cuando me necesite.
Miro el reloj, son poco más de las 3 de la madrugada y yo siento que no puedo dormir de nuevo. No quiero levantarme porque no quiero despertarla, por lo que cojo mi teléfono y me pongo a revisar mis redes sociales (si, un licántropo con Facebook, ¿Algún problema?).
Después de un rato de mirar diferentes videos, mi estómago ruge. Tengo hambre por lo que me muevo despacio intentando no despertar a mi chica, pero se que no lo he conseguido, cuando se mueve un poco y me pide que le traiga galletas o algo, que también tiene hambre.
Salgo hacia la cocina, allí me preparo un sándwich para mi, uno para ella (porque se que me quitará el mío) y un par de vasos con zumo para acompañar. No me olvido sus galletitas. Cuando vuelvo al dormitorio, encuentro una de las escenas que mas me encantan, mi mujer levantándose de la cama, sin nada más que su ropa interior, mirándose al espejo y desfrutando de las caricias que le da a su vientre.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Es una de las escenas que mas amo. Ella es hermosa y preciosa. La miro y veo sus ojos brillar, me acerco lentamente, para no asustarla. La abrazo por la cintura y la acerco a mi todo lo que puedo. Ella pone sus manos sobre las mías, sonríe mientras deja caer su cabeza encima de mi pecho.
Cuando voy a decir alguna cosa, sus manos dirigen las mías a un punto de su tripa, y aunque no debería ser capaz de sentirles aún, puedo notar como se mueven. A Laura le vuelven a brillar los ojos, por lo que supongo que es ella quién me ha dejado sentirles antes de tiempo.
Disfruto de tan maravilloso momento. Cuando siento que mi pequeña empieza a tener algo de frío, nos muevo y dirijo a la cama, allí nos sentamos y llenamos las tripas con la comida que he traído. Una vez acabada, volvemos a tumbarnos para intentar de nuevo dormir un par de horas mas aunque sea.
Cuando estoy entrando casi al mundo de los sueños, siento que la casa retumba. Me levanto rápidamente, Laura está sentada en la cama, seria y con cara de preocupación. Su hermana y sobrina (las divinas) aparecen de la nada en nuestro dormitorio. Me apresuro a ponerme algo de ropa y Laura igual. Salimos de la casa y vemos en el lado norte, un gran humo espeso que sale del bosque. Cuando me giro para hablar con Laura, la encuentro mirando el humo.
De pronto sus pies dejan de tocar el suelo y se elevan, toda ella flota. Su hermana hace lo mismo y veo sus intenciones, por lo que decido transformarme y, al igual que ellas, me dirijo, directo a la zona conflictiva.
Cuando llego, todo lo que veo es una gran masacre. Hay muchos cuerpos tirados, gente de mi manada, y eso me duele. Eran los míos, mi familia. Laura aterriza cerca de mi, por nuestro lazo, me pide paciencia. Pronto, gracias a sus poderes, igual como hizo la otra vez, todos dejan de luchar y muchos de los que luchaban, desaparecen en el aire.
Cuando voy a acercarme a ella, la veo salir disparada hacia un árbol, me giro buscando el punto de donde ha podido venir el ataque, pero no veo nada. Me acerco a ella, está bien, se está levantando y parece cabreada. De sus manos salen hilos dorados que atraviesan el bosque y vuelven con alguien atrapado. No le reconozco, pero por las caras de las diosas, ellas si saben quien es él.
