Despierto y estoy en el sofá, con unos brazos fuertes que me tienen abrazada. Me doy cuenta de que estoy abrazada al cuerpo de Luca. Oh dios mío. Estoy durmiendo con Luca. ¿Qué hago durmiendo con Luca? Intento salirme de su abrazo o girarme al menos. Ojalá no me hubiese girado. Bruce está en la cama de Leire, alimentándola y mirándonos con una sonrisita.
- Buenos días Laura, veo que te llevas muy bien con mi hermano Luca, y por lo que veo - dijo mirando la mesa con el ordenador, los papeles y los vasos de café - has pasado una noche larga de trabajo, así que cuando las enfermeras me avisaron de que era la hora de comer de la bebé pero que vosotros no despertabais, decidí venir yo.
Miro la hora en el reloj de mi muñeca.
- Buenos días Bruce, son las 7:30 de la mañana, estás haciendo mal, la niña no desayuna hasta las 8 y se que la has tenido que despertar porque sino la hubiese escuchado. Mi cuerpo está acostumbrado a este horario así que no me hace falta ni siquiera una alarma para despertarme.
Bruce me miraba sorprendido.
- Vale, me declaro culpable, pero es que se la ve tan hermosa, además, me hacía ilusión alimentarla yo.
- Está bien Bruce, ¿te importa si duermo un poco más? creo que la última vez que miré mi reloj eran las 5 y algo.
- Laura, debes descansar, solo nos faltaría que cayeras tu también enferma. - me contestó regañándome, me sentía como una niña a la que han pillado haciendo algo malo.
- No te preocupes, solamente intenté adelantar todo el trabajo que pude. Voy a estar de fiesta hasta que la niña este bien y yo pueda volver al trabajo o hasta que encuentre algún rico que decida hacerse cargo de mi y de mi hija y me obligue a quedarme en casa sin hacer nada, cosa que no pasaría porque no soy de esas tontas que se quedan en casa sin hacer nada, no se estar quieta y no creo que nunca lo consiga.
-¿Me estás diciendo que si te encuentras con un rico que te diga cariño, yo me encargo de todo, tu solo quédate en casa con la niña para que crezca contigo cerca le dirías que no?
- Exactamente, preferiría mandarle a paseo, yo no sirvo para quedarme en casa sin hacer nada, por dios, que para algo he estudiado y me he buscado la vida para salir adelante, si ahora me encerrara en una casa para convertirme en una ama de casa sin trabajo, acabaría internada en un manicomio porque me volvería loca.
Bruce me miraba con cara de no poder creerse lo que le estaba diciendo, en ese momento noté como el pecho de Luca, que aun me tenia abrazada, vibraba, supuse que estaría despierto y lo comprobé cuando le mire y reía por lo bajo para no molestar a nadie.
-¿Qué te parece tan gracioso? - le pregunté a Luca
- Tu contestación a mi hermano, se nota que tienes carácter cuando quieres nena - Que me llamara nena en esa situación me hizo sentir algo en ese corazón vacio que tenía, que solamente mi hija podía llenar.
- Si bueno, es lo que pienso de verdad, por cierto... ¿Podrías por favor, soltarme de una vez? Me gustaría levantarme si es posible.
- Laura, acabas de decirme que te dejara dormir un poco más, así que ¿porqué no descansas ahora que mi hermano está despierto?
- Si bueno, pero que yo sepa, ¿todo ese café que me bebí anoche tiene que salir de mi cuerpo no?
Luca me soltó y me dirigí al baño rápidamente mientras escuchaba a Bruce aguantarse las carcajadas que le pedían salir.
Al salir, me dirigí directamente a la cama de mi bebé y la agarré en brazos, la mecí un poco durante algunos minutos y después la volví a dejar en la cama ya dormidita, me alegraba ver que le habían quitado todos esos cables que la tenían conectada a todas esas máquinas.
- Laura, descansa. Hazme caso o tendré que enfadarme y recurrir a otros métodos. - decía señalándome - Luca y yo nos quedamos cuidando a este hermoso angelito de mientras ¿verdad? - Luca asintió con la cabeza.
- Chicos, de verdad muchas gracias, pero estáis haciendo demasiado, es suficiente con lo que habéis hecho hasta ahora, ya puedo seguir yo. Tu Bruce debes volver al trabajo, aunque por la ropa que llevas y el ir sin bata puedo pensar que, o tu turno aún no comienza, o que lo acabas de terminar y tu Luca - le mire a los ojos - gracias por haberme traído ayer y por haberte quedado la noche haciéndome compañía, pero de verdad estoy segura que tenéis otras cosas que hacer, más que quedaros aquí cuidándonos a nosotras.
Luca se me acercó y me abrazó por la cintura mientras yo apoyaba la cabeza en su pecho de la misma manera que lo hice ayer mientras esperábamos por Leire.
- Preciosa, ¿por qué no te relajas un poco y le haces caso a mi hermano? Se nota que estás agotada y que necesitas descansar de verdad, hoy mi hermano no trabaja así que tranquila, estamos aquí porque queremos los dos. Hazle caso al doctor y duérmete un poco o tendré que pedirle que te pinche algo para que cierres esos ojos.
Me trataba como si fuera una figurita de cristal, sentía mis piernas temblar. Hacía tanto tiempo que nadie me trataba así y que no fuera de la familia. Les miré a los dos y a mi angelito, sabía que estaría unas horas más antes de despertarse pues se acababa de tomar el biberón y mi niña era de dormir varias horas seguidas. Mi móvil sonó, me acerqué a comprobarlo y vi que era un mensaje de mi madre diciendo que en un par de horas saldrían en camino, tenía unas 3 o 4 horas para dormir y la verdad que notaba el cuerpo pesado. Luca me levantó un poco del suelo y por inercia abrace mis piernas alrededor de su cintura, me acercó al sofá cama donde habíamos dormido y sin soltarme, nos tumbó a ambos, empezó a masajear mi cabeza y mi espalda, y entre esos masajes que me llevaban al séptimo cielo y el calor que daba su cuerpo, volví a quedarme dormida no sé ni cuándo.
Desperté porque noté que había más ruido del habitual, al moverme me di cuenta que Luca no estaba junto a mi pero tenía una manta por encima, me giré y vi a mis padres sentados en unas sillas mientras hablaban con Luca y Bruce, este último se dio cuenta de que desperté y me dirigió una sonrisa. Me levanté despacio, ¿cuánto tiempo debía de llevar durmiendo para sentirme tan bien? o es que ¿acaso dormir con Luca es lo que me había hecho descansar? no puede ser. Seguramente es que aquí hay tanta paz que descansé como nunca.
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Propiedad Del Alpha
Fantasy¿Alguna vez has pensado que todas esas historias que has leído en tu vida pudiesen volverse realidad de un momento a otro? Yo tampoco lo creía hasta que me paso. Esta es mi historia, yo una chica cualquiera con un hombre lobo que llegó a mi vida pa...