Capítulo 4

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Me despierto súper temprano. Son las 8:00 de la mañana y Leire ya me reclama. Me levanto y voy a buscarla a su habitación. Nos vestimos a conjunto con un peto tejano. Bajamos a la cocina y le preparo su biberón. Se lo doy y vuelve a quedarse dormida. Aparece mi madre en la cocina y me sirve una taza de café con unas tostadas. Desayuno con la bebé en mis brazos, ayer no pude estar con ella apenas, así que hoy la disfrutaré aunque duerma. Como hace bueno y no corre aire, solo la brisa de la playa, decidimos salir al jardín a desayunar, cojo una mantita para la bebé y la cubro. Salimos al jardín y nos acomodamos en las butacas. Mi bebé no se entera de nada y eso me lo hace todo un poco más fácil. Mi niña, cuanto la llego a amar.

- Dime Laura, ¿has pensado en que ya va siendo hora de buscar un nuevo padre para la niña?

Mi madre siempre me dice lo mismo y la entiendo, pero yo no quiero a alguien más en mi vida, con mi hija y mi familia me basta y me sobra.

- Mamá siempre acabamos con la misma discusión. Ya te lo he dicho miles de veces, no me interesa buscar a un hombre para que me ayude con Leire, yo sola me basto y me sobro para cuidarla y os tengo a vosotros para que me ayudéis cuando yo no pueda.

- Lo sé cariño, y no quiero que pienses que te digo esto porque nos moleste estar con Leire, pero tienes que entender que necesita una figura paterna y tu un hombre que te cuide como te mereces. No quiero que estés sola mi amor.

- Mamá lo sé, pero créeme que no es fácil intentar buscar pareja cuando ya tienes un bebé. Los hombres, aunque no sean de mi edad, lo que menos quieren es tener obligaciones. No quieren los bebés cuando son suyos imagínate cuando no lo son. Mamá, yo debo mirar por mi hija, ella lo es todo para mi, si sigo entera es gracias a ella, sino, no se que habría sido de mí después de lo que me hizo Rob.

Rob o Robert es el padre de Leire. Ya sabéis lo que me hizo, pero si no hubiese sido por el hecho de que estaba embarazada, no sé si seguiría en este mundo, lo que pasó aquella noche me marcó muchísimo en la vida, puso un antes y un después en ella, y que Rob muriera ese mismo día, no me ayudó a afrontar la vida bien. No fue hasta 4 semanas después que me enteré del embarazo que decidí levantar cabeza por ese ser minúsculo que crecía en mi interior. Me daba igual su origen, solamente me importaba el hecho de que tenía un nuevo futuro y que debía volverme una mujer fuerte y segura. Y así lo hice. Busqué trabajo y me independicé, hice mi vida pensando siempre en mi niña y ahora no me arrepiento de haber decidido tenerla. Gracias a ella soy quién soy y estoy donde estoy. Ella es mi luz, mi guía, mi nueva vida, mi razón de vivir, mi presente y mi futuro.

- Lo sé cariño, pero debes pensar que con el tiempo Leire reclamará un padre, ser madre soltera no es fácil, y no querrás que tu padre o tus hermanos o el hermano de Marie tomen ese lugar ¿verdad?

En eso tiene razón. Papá tiene que hacer de abuelo y no de padre, mis hermanos, sí tengo dos hermanos más mayores, tienen sus vidas y el hermano de Marie, aunque es sobre protector siempre será un tío más para Leire.

-Creo que tienes razón mamá, aunque no será fácil debo buscarle un padre a mi hermosa princesa, no quiero que confunda a nadie de la familia con su padre.

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