Capítulo 37

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Hemos empezado el año, eso significa que tengo que ponerme al día de todas mis actividades en la manada. Me levanto temprano de manera que bajo a desayunar cuando Luca aún está en casa. Como él está bastante ocupado con la manada y poniendo al día todo por el inicio del nuevo año con las empresas de fuera de la manada, apenas pasamos tiempo juntos, excepto por las noches. Me siento en la mesa con mi bol de fruta y mi vaso de leche. Cuando terminamos de desayunar, Luca se despide de mí para salir a la oficina central de la manada y yo me voy al que es nuestro despacho, para ponerme con la contabilidad de todo. Al entrar me encuentro con varias montañas de documentos para realizar la contabilidad, como todo está en papel me pongo a ello rápidamente. Repaso los números del último año y observo que hay algunas anomalías en las cuentas de la manada. Me fijo en el hecho que era alguien de la manada quién llevaba las cuentas. Hay retiradas del fondo de la manada que no concuerdan con ningún pago ni nada parecido. Decido hacer la contabilidad de las otras cuentas y dejar la de los fondos para la manada de lo último.

Para después de comer, tengo todo el trabajo casi listo, así que decido ponerme de una con lo de la manada, cojo papel y voy apuntando cada anomalía que encuentro y lo marco en los registros.

Me doy cuenta que esto no es algo de este año, así que decido ir a las oficinas de la manda para revisar los libros de contabilidad anteriores. Decido fijarme en la firma, busco de momento el nombre de la mujer que se encargaba de la contabilidad hasta ahora. La mujer se llama Claudia. Cuando llego a las oficinas me encuentro con Natalia, es la recepcionista.

Ella me indica que Luca está en su oficina así que decido subir y hablar con él sobre lo que he descubierto.

Al llegar a la puerta de su oficina me encuentro con Nathan, está delante del ordenador concentrando con algunos documentos así que no se da cuenta de mi presencia. Miro a Natalia y ambas reímos, eso parece que saca a Nathan de su mundo de dentro de la pantalla y se levanta rápidamente para venir a saludarme.

- No te esperaba aquí, Luca no me ha dicho nada de que ibas a venir.

- Simplemente porque no lo sabe, he venido a hablar con él, ¿te importa avisarle?

Con su gran sonrisa me pide que le acompañe, me despido de Natalia y le doy las gracias por acompañarme. Acompañada de Nathan nos dirigimos a la oficina de mi marido. Nathan golpea la puerta y recibimos permiso para entrar. Mi maravilloso marido está concentrado en algunos papeles, Nathan se aclara la garganta y Luca levanta la cabeza, al verme suelta los papeles y viene rápidamente a mi lado. Me abraza y da un beso mientras acaricia mi barriga.

- Mi amor, deberías haberme avisado que venias.

- No pasa nada, a veces es buena una sorpresita - le sonrío. - La verdad es que me gustaría hablar contigo sobre unas cosas. - Observo que Nathan se retira pero antes de que salga lo detengo - Nathan, quédate, necesitare la ayuda de los dos.

Nos sentamos juntos en los sillones y les pongo al día de lo que he descubierto.

- Estaba en casa repasando las cuentas de este último año, cuando he descubierto ciertas anomalías en el libro de cuentas de los fondos de la manada.

Después de un rato hablando sobre ello y enseñándoles lo descubierto, Luca decide bajar a la planta de archivos para repasar conmigo y Nathan todos los libros de cuentas de la manada.

Les pido que me indiquen el camino para llegar a los archivos. Pensaba que iríamos a los pisos del sótano, pero me sorprende al ver que Nathan pulsa el piso 2. Luca me cuenta que el archivo de todo lo relacionado con la manada está en ese piso. Llegamos y nos dirigimos allí. Nos recibe la que era la anterior contable, al vernos su cara empalidece, supongo que no se imaginaba que vendríamos hasta aquí o que lo descubriríamos. Como venimos acompañados de los guardias, Luca pide que la detengan mientras nosotros entramos a recabar información. Como en una tarde no tenemos suficiente tiempo, Claudia es llevada a los calabozos hasta que se decida qué hacer y terminemos de revisarlo todo.

Se ha hecho de noche y estoy agotada. Luca decide dejarlo por hoy y nos marchamos a casa donde, después de una cena riquísima y de acostar a nuestra maravillosa princesita, decidimos irnos a la cama.

Una vez allí, Luca se coloca encima mío y con todo el cariño del mundo me hace el amor de forma tan apasionada que mi cuerpo cae rendido entre los brazos de mi maravilloso hombre y mi consciencia se pierde en el mundo de morfeo dándome así la tranquilidad de poder descansar una noche más.

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