Del Ἔρως al ἀγάπη ~Jikookmin~

V -Anomos (ἀνόμων)

Yoongi salió del aula dejando a todos los presentes sorprendidos, mirándose como si no entendiesen nada de lo que acababa de suceder.

-¿Lo dice en serio? -Preguntó Jin, por fin, lo que todos pensaban.

-Nadie lo conoce demasiado y suele hablar con ironía pero, justo ahora, estoy cien por cien seguro de que iba en serio. -Tras un breve silencio se irguió y caminó hacia la puerta abierta. -Yo me apunto. Total, estar aquí es perder el tiempo.

Jin miró a los demás, quienes seguían dudosos y boquiabiertos, esperando sus reacciones pero como nadie hizo nada, se levantó, saliendo tras ellos sin decir nada más.

-¡No pueden estar hablando en serio! -Exclamó Jimin incrédulo.

-Tienen razón. -Dijo Taehyung. -Esto es una pérdida de tiempo. -Comenzó a caminar hacia la puerta como sus compañeros segundos atrás. bajo la atenta mirada de Jimin.

-¡Taehyung! ¿Tú también?

-Namjoon ha ido. -Dijo encogiéndose de hombros, como si eso fuera una respuesta suficiente y, ni un segundo después, ya estaba corriendo hacia fuera con una sonrisa.

Hoseok no pudo evitar reír ante el entusiasmo de su compañero de clase y se levantó también.

-¡Va! Vamos, Minnie. Será divertido. -Comento, tirando del brazo de Jimin suavemente para levantarlo.

-Hobi... -Se quejó con un puchero en sus labios. -No es buena idea, nos meteremos en otro lío y será peor.

Sabía que tenía razón pero la sensatez parecía ser algo que carecía en ese extraño equipo que habían formado en la hora de castigo.

-No va a suceder nada. Además, otro castigo no sería tan malo. -Le guiñó el ojo y corrió hacia fuera sabiendo que su amigo nunca le dejaría ir solo y que, pronto, estaría tras sus talones.

Jimin hizo ademán de sujetarle pero ya era tarde, así que, se quedó de pie, mirando hacia la puerta por donde acababa de salir su inseparable y mejor amigo, dándose por vencido.

-¡Bff! -Suspiró al darse cuenta de lo que iba a hacer al momento. Se giró, mordiéndose el labio inferior, todavía dudoso y nada seguro, hacia el único que quedaba tras él. -Están locos. -Dijo, haciendo reír al más joven, lo que causó que él sonriera levemente con sus ojos llenándose de brillo. -¿Vienes?

Jungkook, aún con una gran sonrisa, se levantó y caminó hacia su lado hasta la puerta, donde miraron hacia ambos lados sin rastro de ninguno. Ambos se asustaron al verse solos por los pasillos pero, en seguida, escucharon unas risas no muy lejos de ellos, tal vez, del piso inferior, así que, cerraron tras ellos con sus pertenencias en el hombro y fueron a hurtadillas por el pasillo hasta bajar las escaleras y encontrar a todos tras Namjoon, quien con su brazo impedía que siguieran avanzando hasta obtener la luz verde de Yoongi en el siguiente tramo de escaleras.

Jimin y Jungkook, quienes iban los últimos, se encargaron de vigilar que por arriba no apareciese ningún profesor y, cuando se dieron cuenta, ya corrían libres por el patio exterior de la escuela, camino a la libertad momentánea.

El instituto se encontraba en una de las mejores zonas de Seúl con un gran bosque alrededor, alejado de la zona central. De ese modo se aseguraban que sus alumnos no se fugasen y volviesen a sus casas o fueran a gastarse el dinero a los centros comerciales y salas de juego pero, ninguno pensó que, para algunos, la idea de la soledad y tranquilidad de un bosque a veces era mejor opción.

Salieron del recinto escolar y siguieron corriendo hacia el interior del bosque, por la parte trasera del instituto. Con todos los tupidos árboles no se veía demasiado lo que había más allá, así que, como ninguno conocía el lugar, siguieron a Yoongi, quien les llevó por lo que parecía ser un antiguo camino desgastado.