IX -Synergein (Συνεργείν) (I)

59 5 2
                                    

-Y, ¡Recordad! Esta tarde no habrán clases. Tendréis la charla sobre las drogas en el salón de actos a las 14:00h junto a todo décimo y doceavo grado y, cuando termine, podréis marcharos a vuestros clubs. -La tutora de Jungkook comenzó a recordarles a sus alumnos el diferente horario de ese día.

-Disculpe. -La delegada de la clase alzó el brazo pidiendo permiso para hablar en cuanto se lo concedieran. -¿No era con los de onceavo?

-En principio, sí. Iba a ser por cada dos clases en el salón de actos pero, se ve que tenían un examen muy importante que no podían cambiar de fecha, así que, simplemente acomodamos los horarios para que no hubiesen más problemas. -Los alumnos asintieron de acuerdo y, la profesora, al ver que no había más preguntas, continuó. -La limpieza de las aulas las haréis, ahora, antes de iros a comer, así esta tarde no habrá motivo para volver a las aulas ya cerradas. -Miró su reloj, dándose cuenta de que quedaban tan solo quince minutos de clase y pensó que por un día no pasaba nada. -Está bien, por hoy se ha terminado la clase, así podréis empezar a recoger y tendréis tiempo de ir a vuestras casas a comer si lo necesitáis.

Los alumnos agradecieron y comenzaron a recoger sus cosas, vaciando las aulas y dejando a sus compañeros limpiando.

Jungkook anduvo por los pasillos hasta llegar a la cafetería aún desierta y sin comida que repartir, así que, buscó la mesa que usualmente ocupaban, y se acomodó en ella, a la espera de sus compañeros y de que sacasen los primeros platos de comida.

Diez minutos después, ya tenía su bandeja llena y esperaba ansioso por comenzar a comer.

Los últimos en reunirse junto a ellos fueron Hoseok y Jimin y, en cuanto dejaron sus bandejas sobre la mesa, Jungkook no dudó en comenzar a comer, quien a diferencia de los demás, sí había esperado a que estuviesen todos.

Hoseok dejó su bandeja a un lado y sacó varios folios y un estuche, comenzando a escribir.
Se detuvo en varias ocasiones y, frustrado, llevó su mirada a su mejor amigo sentado en la esquina, a su lado.

-Minnie. -La voz de Hoseok insinuaba una petición que no tardó en llegar. -¿Me dejas tu trabajo?

El menor había dejado el tenedor a medio camino de su boca para volverlo a dejar sobre la bandeja.

-¿Es que no lo has hecho todavía? -Negó con la cabeza en respuesta. -¡Pero si había que entregarlo esta tarde!

-Lo sé, y menos mal que han retrasado la entrega por la charla porque se me había olvidado por completo. -Jimin rodó los ojos, acostumbrado. -¡Por favor! -Le suplicó haciendo ojitos porque sabía que llegaría a su corazón de ese modo.

-Si te lo dejo, no aprenderás nada. -Se hizo de rogar, aun sabiendo que caería.

-No me copiaré, solo será un pequeño apoyo. -Jimin alzó una ceja sarcásticamente. -Solo un poquito. -Sonrió dulcemente mientras parpadeaba para darse un aire más bondadoso.

Jimin, por su parte, comenzó a masticar su comida con una mueca graciosa en el rostro.

-Ey, pequeño Mochi. -Le llamó Taehyung. -En cuanto te descuides, tendrás un suspenso por plagio. -Dijo burlonamente.

Jimin le miró con el ceño fruncido por el mote que, desde hacía días, le venían diciendo cada vez que sus mejillas se abultaban, ya fuera por comer o por reírse. No es que le molestase realmente, en el fondo sabía que era algo así como un apodo cariñoso por algo que le caracterizaba pero, seguía sin acostumbrarse.

-Taehyungnie. -Hoseok le llamó con tono meloso aunque con un deje de burla. -A veces eres un gran grano en el culo.

Este, por su parte, se acomodó con sus brazos en cruz sobre la mesa, apartando su bandeja ya vacía, apoyando su cabeza sobre ellos y mirando con ojos bien grandes y brillantes, parpadeando varias veces hacia el mayor.

Del  Ἔρως al ἀγάπη ~Jikookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora