VII -Oikogéneia (οικογένεια) (II)

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¿Miedo?

No sabía por dónde iban sus palabras, si por la solitaria cabaña en medio del bosque por la noche o por su extraña relación y sus muestras de afecto frente a su familia.

La verdad era que sí, le avergonzaba un poco que les observaran en una actitud cariñosa pero, de ahí a tener miedo al rechazo... Ni siquiera se lo había planteado y, al parecer, Jungkook tampoco, así que, simplemente no le dio más importancia.

-Bueno, chicos, solo hay dos habitaciones pero solo vamos a pasar esta noche, así que, no creo que sea un problema. -Dijo el señor Jeon una vez que entraron y vieron el espacio reducido.

Nada más entrar estaba un pequeño recibidor que daba paso directamente a la sala de estar, en la cual, a la derecha estaba pegada una mini cocina abierta, tipo americana. A la izquierda, el baño y una escalera de caracol que llevaba al segundo piso, donde se encontraba un estrecho pasillo que portaba a las dos habitaciones; la principal con una cama de matrimonio y la otra con dos camas individuales, y un baño en medio de estas.

-Dejad vuestras cosas arriba. -Dijo el señor Jeon. -Junghyun y yo dormiremos en la principal, así vosotros podéis tener una cama cada uno.

Jimin asintió y sonrió pero Junghyun no parecía tan contento.

-¡Pero yo no quiero dormir en la misma cama que tú! -Se quejó con un pequeño berrinche. -Te mueves demasiado y, si dormir contigo en la misma habitación por tus ronquidos ya es una penitencia, ¡Imagínate sufrirlos justo en mis oídos!

Su padre le miró ofendido pero no fue capaz de contestar porque Jungkook comenzó a reírse sin poder evitarlo, contagiando a todos los demás.

-¡Vamos, hyung! ¡Tú también roncas!

-¡Pero no tanto! -Se defendió sin dejar de reír.

Una vez la risa de los presentes se calmó, Jungkook colocó su mano en el hombro de Jimin y habló.

-No te preocupes, papá, Jimin y yo podemos dormir en la misma cama.

-¿De verdad? -Preguntó, un poco confuso, alternando su vista de un joven a otro.

Sabía que tenían un vínculo muy estrecho y, aunque él mismo sintiera su complicidad, no sabía muy bien hasta qué punto.

-Por mí no hay problema, señor Jeon. -Afirmó el rubio con una agradable sonrisa.

-Está bien entonces. ¡Rápido! Preparaos que queda una larga caminata por delante.

Pronto, los cuatro estaban andando bosque a través, sorteando árboles y pisando con fuerza cuando el camino se inclinaba para no caer hacia atrás.
Aún era pronto, por lo que, el sol aún brillaba con intensidad en lo alto del cielo, provocando un gran calor en ellos, obligándoles a usar sus gorras para protegerse de los rayos ultravioletas.

El camino por el que iban dejó de existir tiempo atrás y el lugar se volvió más pesado de cruzar pero, no por eso se detuvieron.

-¡Vamos! ¡Con energía! -Gritó el mayor estando en cabeza. -Aún queda un trozo para poder dar la vuelta.

Jimin miró a Jungkook con sorpresa, quien sonrió divertido por su expresión. Ambos tenían buen fondo pero se le estaba haciendo pesado por la falta de costumbre.

-Me da que esta tarde no podré ni andar. -Se quejó en voz baja para que solo el menor le escuchase.

-¿Estás muy cansado? Puedo decirles de volver ya.

Del  Ἔρως al ἀγάπη ~Jikookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora