XII -Pyro (πῦρ) (I)

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Gracias al gran suspiro del rubio, Jungkook salió de su mente, totalmente concentrada en las últimas líneas que habían compuesto.

-Estoy cansado. -Dijo, dejándose caer en la cama y apoyándose sobre sus codos para mirar al castaño. -Se me está haciendo eterno y apenas son las once y media. No sé cómo vamos a acabar esto.

-Si tan cansado estás, duérmete, yo puedo continuar. -Respondió amablemente, dedicando una sutil sonrisa hacia su compañero.

-No voy a dejarte solo. Sería muy cruel de mi parte. -Bromeó, levantándose de nuevo y colocándose en su antigua posición frente al menor. -Está bien. ¿Por qué no les llamamos y vemos cómo van ellos? Tal vez pueda servirnos de inspiración si han avanzado y, mientras, podemos tomar algún aperitivo. ¿Te traigo algo de beber?

-Mm... -Dijo pensativo. -¿Tienes cerveza?

El mayor abrió sus ojos de sobremanera hacia él y se cruzó de brazos.

-No voy a darte alcohol. -Sentenció. -Eres menor.

-Vamos, en nada cumplo la mayoría de edad. Además, bien que el otro día no te preocupaste de que bebí en la fiesta. Es más, hasta me besaste. -Dijo con tono burlón, probando la paciencia del rubio.

-¡¿Perdón?! No seas caradura, ¡Me besaste tú! -Reclamó, pasando una mano por su rostro al momento de rodarlos y soltar un suspiro. -¿Sabes? Tienes razón. Vas a ser mayor de edad en unos meses, así que, es tu problema pero yo no voy a darte alcohol.

-¡Jimin-ssi!

-He dicho que no. Si quieres algo, vas a por ello. -Terminó por volverse a sentar mientras agarraba su móvil y comenzaba la llamada hacia Hoseok.

Mientras tanto, frente a él, Jungkook emitió una sonrisa divertida antes de levantarse y caminar hacia la cocina a por algo de beber.

Buscó pero no encontró ninguna cerveza, así que, iba a llevar simplemente agua cuando sus ojos se dirigieron a una botella de vino tinto que había en la encimera. Tras pensárselo unos segundos, agarró dos copas más la botella y volvió al cuarto.

-No sabía que Hobi-hyung y tú os divirtiérais bebiendo cuando estáis solos.

Jimin desvió la mirada del móvil en el que estaba escuchando una melodía para observar al castaño.

-¿Qué haces con eso?

-Has dicho que tome lo que quiera. Además, también has dicho que será una noche muy larga y, al menos, esto la hará más llevadera.

-¿Desde cuándo te gusta el vino?

-Desde hace un par de meses. Lo probé con mi hermano.

Jimin asintiendo después de pensarlo con detenimiento. Una copita de vino no les haría daño.

Una hora y media botella después, habían conseguido avanzar un par de estrofas, permitiendo a sus hyungs trabajar sobre su trabajo.

-No puedo más. -Se quejó el rubio dejando caer su cabeza sobre la mesa. -Voy a cambiarme, empiezo a sentir mi trasero cuadrado de estar aquí.

Se levantó tras responder a la sonrisa silenciosa del menor, quien observaba el pequeño rubor de sus mejillas gracias al alcohol y al calor del cuarto.

Abrió su armario y buscó qué darle al menor de pijama hasta que dio con la camiseta que él mismo le dejó la otra noche.

-¿Esa no es mi camiseta?

-¡Ajá! Te la presto esta noche pero ahora es mía. -Advirtió señalando hacia su pecho con una gran sonrisa. -Es demasiado cómoda. -Explicó, encogiéndose de hombros.

Del  Ἔρως al ἀγάπη ~Jikookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora