XIV -Prósklisi (πρόσκληση) (I)

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Mientras el sol comenzaba a iluminar el cielo de Seúl y sus calles empezaban a llenarse de las primeras y más madrugadoras personas, los ojos de Jimin se abrieron con pereza por culpa de la luz que picaba sobre su rostro.

Maldiciéndose por volver a haberse olvidado de cerrar las cortinas, estiró su brazo, todavía tumbado, en busca del menor a su lado y comenzó a darle golpecitos para despertarlo, lo cual no funcionó como deseaba.

-¡Jungkook-ah! Es hora de levantarse.

Siguió llamándole y golpeando su costado hasta que se cansó y buscó, a tientas, su móvil sobre la mesita.

-¡Joder! -Al parecer, ninguno había caído en poner la alarma y, en escasos treinta minutos, comenzarían las clases. -¡Jungkook! -Gritó, pellizcando su pezón sobre la camiseta negra y sobresaltándole al instante. -¡Vaya! Ya sé cómo levantarte a partir de hoy, ahora levanta tu culo que llegamos tarde. -Instó mientras se erguía sobre su cama estirando su cuello, acción que hizo que la sábana que cubría su torso cayese, bostezando y refregándose las manos en sus ojos adormilados.

Jungkook, a su lado, llevado por el movimiento, miró hacia su costado, viendo su cuerpo semi desnudo, haciéndole tragar duro mientras se incorporaba y desviaba la mirada de él intentando despejar su mente.

En treinta minutos no llegarían ni de broma a tiempo para la primera clase.

Jimin recogió su uniforme y comenzó a vestirse con rapidez, instándole a imitarle cuando la puerta de su cuarto se abrió de golpe.

-¿Qué hacéis aún aquí? -Preguntó Hoseok. -Creí que ya habíais salido sin mí, menos mal que he tenido que volver para recoger el trabajo de inglés, si no, no llegaríais a tiempo.

-¡Joder! ¡El trabajo! Hobi, eres un sol. ¡Gracias! -Tras correr hacia el escritorio y guardar la funda con el trabajo en su mochila, se dirigió hacia Jungkook con el ceño fruncido. -Definitivamente no deberías quedarte más entresemana.

-¿Qué? ¿Por qué? -Cuestionó mientras se subía su pantalón a toda prisa.

-Porque me distraes.

-Oye, yo no tengo la culpa de que seas un despistado.

-Calla y date prisa. -Presionó, sacándole la lengua antes de salir del cuarto junto a Hoseok para coger algo rápido de desayunar antes de marchar. -¿Qué? -Preguntó con el ceño fruncido a su mejor amigo cuando le vio escudriñándole con una enorme sonrisa.

-Nada, nada. -Respondió negando y llevando sus manos en alto en señal de paz.

El día avanzó igual de rápido que la siguiente semana lo había hecho y, de pronto, se encontraban en el último ensayo junto a la profesora de música, antes de la presentación que se llevaría a cabo ese mismo fin de semana en el KBS Arena hall, una sala de conciertos ubicada en Yeouido, la gran isla que se situaba en el río Han.

La profesora se había acercado a Jimin, quién estaba sentado sobre una mesa, al ver su cara de preocupación mientras los demás calentaban su voz.

-¿Cómo estás? -Le preguntó la mujer con una suave sonrisa tranquilizadora, sentándose junto a él.

-Bien, ya ve, aquí. -Respondió, demasiado metido en su mente como para iniciar una conversación.

-Me han dicho que sigues nervioso por lo de mañana. ¿Miedo escénico? -Pero su profesora no lo iba a dejar pasar.

Jimin desvió su mirada hacia Jungkook, quién hablaba amenamente con Hoseok, así que, siguió buscando hasta encontrar la mirada de Taehyung puesta sobre él, comprendiendo que había sido él quien había informado a su profesora de lo que le sucedía.

Del  Ἔρως al ἀγάπη ~Jikookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora