XX -Tártaro (Τάρτᾰρος)

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Jimin había vuelto a su color natural, dejando que el naranja se esfumara poco a poco, y Jungkook había decidido que, acariciar su sedoso cabello, ahora era lo que más le gustaba.

Se pasaba los descansos pasando sus dedos por las hebras azabaches del mayor mientras este apoyaba su cabeza en su muslo, genuinamente feliz por el suave toque.

Desde que había podido aceptar el abrazo de Jungkook en un momento de debilidad del menor pero en el que ambos estaban en todas sus facultades físicas y mentales, Jimin se había mentalizado, probando un par de veces más en el mismo día antes de formalizar que, por fin, había conseguido que alguien más le tocase en cualquier momento y lugar.

Ahora, ninguno de los dos se privaba de abrazar o acariciar al otro cuando les apetecía, al igual que le sucedía con Hobi.

-¿Qué harás entonces? -Le preguntó mientras cerraba los ojos, sintiendo sus caricias.

Estaban sentados bajo uno de los grandes árboles que daban sombra al patio de la escuela.
Hoseok jugaba con Taehyung a picar a Yoongi mientras Namjoon intentaba ayudar a Jin con uno de sus trabajos sin poder concentrarse al cien por cien porque cada dos por tres estaban más centrados en la discusión que habían creado los otros tres, haciéndoles reír a cada instante.

-Voy a hacerte caso, Jimin-si.

-Que no me llames así. -Rió mientras golpeaba su brazo sin apartarse de su muslo. -¿Quién te ha dicho que pares de acariciarme? -Se quejó cuando el menor apartó su mano de su pelo.

-Eres todo un mandón, ¡Eh! Pobre de tu pareja el día que tengas. -Bromeó, cubriéndose el cuerpo con sus brazos cuando Jimim se incorporó y comenzó a golpearle.

-¡Idiota!

Se quedó sentado, con sus piernas estiradas y sus manos apoyadas en el suelo tras su espalda para sujetar su peso, ignorando al menor y centrando su atención en los demás.

-Vamos, Jimin-si. -Decía mientras golpeaba el lugar opuesto de su codo para que sus brazos se doblasen y cayera de nuevo sobre su muslo. Cuando lo consiguió, ambos rieron tontamente. -Escucharé lo que tenga que decir mi padre pero no prometo perdonarle.

-Eso está bien, Jungkookie. Al menos le das la oportunidad de explicarse y ya decidirás qué quieres hacer.

-Sí.

-¿Y con tu hermano?

Jungkook rodó los ojos.

-Le he dicho que venga hoy a recogerme. Mañana vuelve a Busan.

-Muy bien.

-¿Contento?

-Me encanta que me hagan caso.

Esta vez fue Jungkook quien golpeó suavemente su brazo, comenzando una pequeña pelea para ver quién ganaba.

Esta vez fue Jungkook quien golpeó suavemente su brazo, comenzando una pequeña pelea para ver quién ganaba

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Del  Ἔρως al ἀγάπη ~Jikookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora