XVI -Ananké (Ἀνάγκη)

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Consiguió abrir los ojos mientras dos personas lo acomodaban en una camilla.

No preguntó porque se sentía confundido y no podía hablar todavía pero, cuando su mirada se enfocó y distinguió un rostro conocido a unos metros de él, se dio cuenta de que estaba en una ambulancia y la luz le molestaba en los ojos pero vio la mueca de preocupación del chico rubio que se quedaba fuera mientras cerraban las puertas y arrancaban el vehículo.

No quería ir a ningún lado pero, cuando intentó acomodarse apoyando su mano, gritó débilmente por un punzante dolor que sacudió su muñeca.

-No se mueva por favor. -Jungkook le observaba, nervioso y preocupado. -¿Le duele?

Asintió con la cabeza, consiguiendo un nuevo mareo. Veía todo borroso y le daba vueltas tanto la cabeza como el estómago. Intentaba calmarse y obedecer al hombre que intentaba ayudarle poniéndole una férula de vacío para impedirle la movilidad en la zona afectada y que mantuviese la posición adecuada para una mejor recuperación.

No quería ir a un hospital y, cuando iba a comunicarle, mintiendo con que estaba bien, su otra compañera habló, haciéndole guardar silencio de nuevo.

-Te has golpeado ligeramente la cabeza al caer y tienes varias heridas. -Jungkook notó la sangre en sus manos y en sus brazos y la cabeza le dolía pero no sabía si era por todo el alcohol que había ingerido o se debía al golpe que, por ahora, ni siquiera recordaba. -Por favor, díganos todos sus datos.

Cuando iba a hacerlo, una nueva sacudida le inundó debido al movimiento de la ambulancia y sus ojos se pusieron en blanco, alertando a los miembros del personal de emergencias.

Cuando iba a hacerlo, una nueva sacudida le inundó debido al movimiento de la ambulancia y sus ojos se pusieron en blanco, alertando a los miembros del personal de emergencias

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-Estábamos tan preocupados por ti, Minnie.

-Lo siento de verdad, Hobi. Me han quitado el teléfono y mi madre me dijo que se encargaría de avisarte de que estaba bien. Bueno... Ya sabes, dentro de lo que cabe.

Hoseok se sentó junto a él en la cama y lo abrazó con fuerza.

-Tenía tanto miedo de que te hubiera sucedido algo. Tú madre no nos dio una buena explicación. Ni siquiera supe que estabas en un hospital.

-Como siempre. -Dijo realmente enfadado el menor.

-Cree que lo hace por tu bien.

-No tiene ni puta idea de lo que me hace bien y, definitivamente, esto no lo hace.

Tras un minuto de silencio en el que Hoseok acariciaba su espalda fraternalmente, aliviado de saber por fin cómo estaba, se levantó de la cama observando fuera.

-¿Te apetece dar una vuelta?

-Está prohibido salir, Hobi.

-Tampoco debería estar yo aquí pero al parecer hoy tienen una noche movidita, así que, no tienen por qué darse cuenta.

Del  Ἔρως al ἀγάπη ~Jikookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora