Cuando la vida solo te muestra su faceta más vil y oscura, te transformas en lo necesario para sobrevivir y sobrellevar la carga que tu existencia posa sobre tus hombros.
Puede que la amistad y la comprensión de tus semejantes sea lo único que te ay...
Habían conseguido escribir un par de líneas más antes de que la noche cayese sobre ellos.
Cuando Hoseok bajó fingiendo no saber qué hacía Jungkook ahí, ambos chicos, tras hablar un rato con él, se mudaron al ahora cuarto del rubio para seguir escribiendo.
Jungkook consiguió que Jimin dejase de pensar y se dejase llevar un poco mientras estaban solos en el cuarto. Por eso, ambos acabaron cantando cada estrofa intentando darle el tono perfecto.
-Oye, ¿Por qué hacemos esto si todavía no sabes si los chicos querrán esta canción? -Preguntó todavía riéndose mientras se dejaba caer en el suelo.
-Porque si la escuchan ya montada será diferente a si solo la leen. -Expresó con sorna.
-Está bien, está bien.
-Vamos, ¿Una más?
-¿La última?
-La última.
Y con eso, ambos pasaron el resto de la tarde, insistiendo en qué sería la última, entre risas, hasta que el estómago de ambos gruñó con hambre.
-¿Qué hora es? -Cuestionó el menor, curioso al ver que por la ventana ya no entraba luz.
-Las nueve. -Respondió tranquilo antes de que sus ojos se abriesen de par en par y le mirasen con temor. -¡El entrenamiento! ¡Jungkook! -Se quejó haciendo un pequeño berrinche. -El maestro nos matará.
El castaño no pudo evitar reírse por la forma tan adorable que tenía el rubio de quejarse.
-No, tan sólo nos multiplicará la sesión de entrenamiento. Nada con lo que no podamos. -Dijo burlonamente, llevándose un golpe en el brazo.
Jimin se tiró de espaldas en la cama, dándose por vencido.
-Tengo hambre.
-Quédate aquí. ¿Vale? -Pidió mientras se levantaba con rapidez.
-¿A dónde vas?
-Solo, espérame aquí. Tardaré un poco pero no te muevas. ¿Vale?
-Pero... -Por la mirada de advertencia que recibió, levantó ambos brazos. -Vale, vale. No me moveré.
Y, mientras el menor salía del cuarto, él observaba la puerta por la que acababa de marcharse apoyado sobre sus codos en la cama.
Sin nada que hacer, cogió su móvil y se entretuvo un tiempo con las redes sociales pero, acabó por dejarse caer sobre la almohada, cerrando los ojos.
-¡Ey! Minnie. -Susurró Jungkook al llegar y verle acostado sobre su cama, con los ojos cerrados y el rostro relajado.
Supuso que se había quedado dormido mientras le esperaba, así que, intentó despertarlo suavemente pero el sonido de su voz ya había hecho que abriese los ojos de su superficial descanso, parpadeando antes de enfocar su vista.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
