Cuando la vida solo te muestra su faceta más vil y oscura, te transformas en lo necesario para sobrevivir y sobrellevar la carga que tu existencia posa sobre tus hombros.
Puede que la amistad y la comprensión de tus semejantes sea lo único que te ay...
Hoseok decidió pasar las fiestas en Gwangju, junto a su abuelo, lo que no esperaba era encontrarse a su hermana mayor allí, esperándole.
-¿Jiwoo-noona? -Hoseok observaba a su hermana con la boca abierta, sin poder creerse que estuviera ahí.
-¡Hermanito!
-¿Qué haces aquí? El abuelo no me ha avisado.
-Le pedí que no lo hiciera. Por fin me han dado un respiro y lo único que deseaba era venir a ver a mi hermanito. -Dijo con una gran sonrisa, lanzándose a abrazarle. -En cuanto me enteré de que el abuelo Song vendría a vivir aquí, tan cerca de mí, me alegré tanto. Creía que vendrías con él pero decidiste quedarte solo. Es un gran paso. -Comentó tras una pequeña pausa, orgullosa, sacándole una sonrisa a su hermano. -¿Dónde has dejado al pequeño ángel?
-¡Ay! Ya te tardabas en preguntar por él. Todavía creo que le quieres más que a mí.
-Pues, creo que crees bien. - Bromeó y, al instante, ambos se empezaron a reír.
Hoseok pasó una de sus mejores navidades desde hacía años. Lo único que echaba de menos era tener a Jimin junto a él después de la cena pero eso lo habían arreglado con una videollamada antes de sentarse en la mesa, para que su mejor amigo y su familia pudieran comunicarse y desearse buenas fiestas.
Namjoon, por su parte, no pudo hacer otra cosa que pasar las navidades en el hospital, al lado de su padre.
-Te he traído un regalo. -Dijo con una pequeña sonrisa mientras acariciaba la mano de su padre, tumbado en la cama.
-¿Un regalo? ¿Qué es? -El entusiasmo en su voz conmovió a su hijo.
Sin responder, se levantó del sillón y caminó hacia la puerta, abriéndola y dejando ver a su madre y a su hermana tras esta.
-¡Feliz navidad! -Exclamaron ambas entrando con varias bolsas y dos paquetes de regalos en sus manos.
Por suerte, el hospital permitió que también estuvieran allí para hacer una cena de Navidad y, el último día de año, la cuenta regresiva para el comienzo del siguiente, juntos, también.
Jin, sin embargo, no pudo escapar de la cena de empresa de su padre obligado a estar ahí con él en ambas fechas, demostrando lo unidos que estaban y lo mucho que se interesaba en su trabajo, sin ni siquiera poder abrir la boca para expresar su opinión. Parecía como si quisiera estar encima de él en todo momento.
Sabía que era lo más parecido a un castigo que iba a recibir pero no le quedaba otra más que cumplirlo.
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Al volver a las clases, Jimin había intentado ver a Jungkook, quien parecía escabullirse cada vez que le veía de lejos.
No se habían vuelto a ver desde que sucedió aquello pero no había pasado ni un solo día en el que Jimin no preguntase cómo estaba ni un solo día en el que el menor no dijese que estaba recuperándose bien.
