VIII -Génesis (Γένεση) (II)

47 5 0
                                    

El silencio había empezado a ser tenso y Jungkook se había sentido identificado, de alguna forma, como para no quedarse callado, así que, decidió romper el tenso silencio para contar un poco sobre él también.

-Mi padre desapareció de mi vida. -Comenzó a narrar sin mirar a ninguno en concreto. Más bien, sus ojos divagaban alrededor de todos, enfocándose en la lejanía. -De repente, un día le escuché discutir con mi madre y, llorando, se despidió de mí y de mi hermano. No hemos vuelto a saber de él desde hace dos años. Ni una llamada ni un mensaje, nada. Mi madre volvió a casarse hace unos meses, lo que nos pilló de improvisto porque no sabíamos que estuviera viendo a alguien, así que, nada más casarse nos comunicó que nos mudábamos a su casa aquí en Seúl. Mi hermano se negó a abandonar sus estudios en Busan, así que, me dejó solo con mi nueva "familia".

-¿Eres de Busan? -Preguntó Jimin con los ojos bien abiertos por la sorpresa y sonrió al ver el asentimiento de su compañero. -¡Qué casualidad! Yo también.

Y no pudo evitarlo, Jungkook, a pesar de pensar en su tragedia, sonrió al ver al chico sonreír con sus ojos desapareciendo en dos finas y dulces líneas.

-Debí imaginarlo por vuestro acento. -Comentó Hoseok, haciéndoles reír por un instante pero, Jimin en seguida volvió a la normalidad.

Sus ojos se habían centrado en el más joven y ahora analizaba su rostro porque, aunque estaba sonriendo y no creía que fuera falsamente, sabía que, en el fondo, no era una sonrisa plena, al igual que la suya.

-Jungkook. -Llamó con un tono serio que hizo que el menor centrase toda su atención en él, con una mirada curiosa. -¿Cuál es el problema con tu nueva familia?

El joven se tensó. Cuando le había interrumpido por un lado se había alegrado porque se arrepintió de comenzar con su historia y, ahora, debía continuarla porque sus hyungs sabían que había algo más.

Se acomodó mejor en el suelo, cruzando sus piernas frente a él y estirando sus brazos detrás, para sujetarse mientras su mirada se centraba en el cielo nublado, el cual había comenzado a verter sobre ellos algunas pequeñas gotas de agua.

-Que tu padre te golpee debe ser horrible pero, que tu nuevo hermanastro pequeño sea quien te torture día sí y día también, junto a las burlas de tu padrastro con el consentimiento de tu madre no se queda atrás. Además, lo de aparentar ante todos se les da de lujo, por eso tienen a su "hijo" yendo a una prestigiosa escuela.

Jimin había encogido sus rodillas, envolviéndolas en un abrazo, apoyando su cabeza sobre estas mientras observaba entristecido al menor.

-¿Y... Físicamente...? -Era la primera vez que escuchaban la voz de Yoongi desde que había preguntado por su llegada a esa escuela y, aunque su pregunta estaba inacabada, sabían perfectamente por dónde iba.

El asentimiento del menor llevó a que Yoongi se revolviera en su sitio con incredulidad y furia. Jimin, mostró una nueva mueca en su rostro que intentó borrar antes de preguntar inocentemente:

-¿Y tu hermano? Ya es mayor ¿No? ¿No puede ayudarte?

-No sabe nada y no tengo intención de decírselo, por eso trabajo haciendo algunos extras sin que lo sepan para poder irme cuanto antes.

Tras pensar unos segundos, Yoongi habló de nuevo:

-Namjoon también trabaja. Tal vez sepa de algo para poder ayudarte.

El menor miró con ojos de cervatillo al nombrado, esperando una respuesta afirmativa pero este casi mata con la mirada a su antiguo compañero de castigos.

-¿No crees que si supiera de algo no estaría en esa basura? -Preguntó con desgana pero, al ver cómo la mirada del castaño decaía, cambió de parecer. -Pero si me entero de algo serás al primero a quien avise.

Del  Ἔρως al ἀγάπη ~Jikookmin~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora