『 El que ríe al último, ríe mejor 』
Toma asiento en el sucio sillón, jugando con la tapa de su encendedor una y otra vez mientras que el hombre yace sobre el suelo casi inconsciente. Con una mirada me indica que busque lugar a lado suyo y lo hago sentándome en el brazo del sillón.
—¿Sabes quién era la mujer que mataste?
—No lo sabía.
—Era mi madre —hace una pausa, antes de continuar—. ¿Quién te dio la orden?
—Nadie. Después de que me liberaron, bebí algo con un amigo. Luego me enojé y...
—Así que... ¿mataste alguien al azar?
Asiente desvergonzado. Vincenzo vuelve a mirarme, indicándome que lo torture por dar respuestas ambiguas. En vez de usar una navaja o pistola, le entierro un tacón en su pantorrilla derecha.
Un grito agonizante sale de su boca, provocando eco en las cuatro paredes.
—¡Maldito demonio, vete al diablo! —Vincenzo suelta una risita gutural. Sujeta una mano de éste, aprisionando un dedo.
—¿Qué crees? Yo soy el diablo —fractura la falange distal con su encendedor—. ¿Quién te dio la orden?
—Es verdad. Estaba de mal humor...
Hace el mismo procedimiento con los cuatro dedos restantes. Vincenzo lo deja levantarse e irse corriendo de su casa para darle una falsa ventaja sobre nosotros.
—Prima le signore (primero las damas).
Doy zancadas largas, consiguiendo alcanzarlo a medio camino. Va tambaleándose en el camino asfaltado. Ellos buscaron darle asilo no muy lejos de la casa de los hermanos Jang porque es ahí a donde se dirige.
Y es fenomenal lugar para concluir con el show.
—¿Crees que ellos van a protegerte? —apresuro el paso, con intención de ponerlo más nervioso.
En la entrada de la residencia, dos hombres de seguridad se encuentran con nosotros. Vincenzo lanza golpes, aturdiéndolos rápidamente y sujetándolos para mí, por lo que sujeto mis navajas y hago cortes limpios en el pecho.
Conforme avanzamos, vienen otros más queriendo impedir nuestro acceso. Así como él se abate a golpes con unos, yo lo hago aun ocupando mis navajas. Durante el proceso, siento gotas de sangre salpicarme el rostro y traje pero ahora, eso no importa.
Cuando Vincenzo acaba con el último guardia, pide separarnos. En vez de entrar a la casa, rodeo esta, hasta llegar al jardín. A simple vista, ellos cuatro tienen una espléndida celebración.
Arrojo mis navajas al césped, saco el arma y hago su debida carga. Busco un punto hacia donde disparar aunque no hace falta pensarlo tanto, le apunto a Han-seok.
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In love with the devil〘Vincenzo〙
Fanfic: ✦ 𝙸𝚗 𝚕𝚘𝚟𝚎 𝚠𝚒𝚝𝚑 𝚝𝚑𝚎 𝚍𝚎𝚟𝚒𝚕 ❞ 𝐖𝐡𝐞𝐧 𝐲𝐨𝐮 𝐟𝐞𝐞𝐥 𝐦𝐲 𝐡𝐞𝐚𝐭 𝐥𝐨𝐨𝐤 𝐢𝐧𝐭𝐨 𝐦𝐲 𝐞𝐲𝐞𝐬, 𝐢𝐭'𝐬 𝐰𝐡𝐞𝐫𝐞 𝐦𝐲 𝐝𝐞𝐦𝐨𝐧𝐬 𝐡𝐢𝐝𝐞. Si estás dispuesta a confiar en ese hombre con rostro encantador, asegúrate de que...