𝚇𝚇𝚇𝚅𝙸𝙸 - 𝚂𝚌𝚊𝚌𝚌𝚘 𝚖𝚊𝚝𝚝𝚘

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『 Jaque mate 』

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『 Jaque mate 』

Un silencio tenso se cierne sobre nosotros. A pesar de sentirme nerviosa, mantengo mi sonrisa victoriosa. Todos me ven pero a los únicos a quienes miro, es a la mesa de Jang Han-seok.

—¡Felicidades a la ganadora! —exclama Jang Han-seo en un intento de recuperar el buen ambiente. La sala vuelve a llenarse de aplausos—. Ahora cortaremos el pastel para celebrar el evento de hoy.

Ahora llegará el turno de mi lacayo. No olvides lo que te conté...

Sé que Chayoung y Vincenzo están viendo lo que sucede aquí a través de la cámara de circuito cerrado del salón, por lo que ladeo la cabeza hacia la esquina donde está ubicada y hago un leve asentimiento.

Espero uno, dos, tres segundos a que ese hombre arrastre el carrito del pastel hasta el pequeño escenario donde estoy parada.
Jang Han-seo baja para decirle que se retire pero fracasa porque le aplican una llave y cae al suelo.

El hombre abre su gabardina gris y deja a la vista de todos, una bomba asegurada alrededor de su cintura.

«Les hará creer que es una bomba real...»

—¡Esto es una bomba! —grita. Hay conmoción por parte de los invitados. Ni que decir de aquellos cuatro—. Estoy bajo amenaza. Señorita Choi, debe ayudarme.

«Y tú hazles creer que eres quien ha puesto esa bomba en él»

—¿Lo conoces? —pregunta Han-seok a su secuaz femenina.

—No. No lo conozco.

—¿No lo conoce señorita Choi? —enfatizo su nombre en tono amargo—. Pero si creí que usted fue quien contrató a este hombre para matar al abogado Hong Yoo-chan.

—¿Cómo te atreves?

—Si gritan o intentan huir, la bomba estallará. Que nadie se mueva —da las siguientes órdenes, causándoles miedo.

—¡Espera! ¿Quién te metió esto?

—Yo.

Sonrío aun más. El miedo se disipa en los rostros de Myung-hee y Han-seok, piensan seguramente que esto es una broma de pésimo gusto. Me preparo por si alguno viene a encararme y a restar credibilidad.

—Deja tus malditos juegos para después niña tonta. Estás asustando a la gente —«y a ti», pienso—. ¿Crees que nos vamos a tragar este ridículo espectáculo?

Con un movimiento de cabeza, le indico al hombre que se dirija hacia el pastel. Destruye una porción para exponer una bomba pequeña y un reloj digital. En la pantalla detrás de mí, se proyecta la cuenta regresiva que tiene programado mi reloj, indicando que quedan diez minutos.

—¿Crees que estoy jugando? —contraataco. Arqueo una ceja y pongo mi mejor expresión seria.

Han-seok aparta a Myung-hee para acercarse. Conectamos miradas y transmitimos en estas venganza junto con ira.

In love with the devil〘Vincenzo〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora