| Capítulo 20 |

80.1K 4.7K 1.2K
                                    

Roma.

Con la mirada perdida en los seis ataúdes pienso en los momentos felices que me brindó está familia.

No duré ni un minuto viendo sus cadáveres, ya que por más maquillaje que les pusieron se veían hematomas, rasguños y algunas quemadas en sus rostros.

Los grandes lentes oscuros cubren mis ojos rojos y llorosos.

Otra vez pasando por lo mismo. Ya son dos familias las que me arrebatan de un momento a otro, personas inocentes que mueren por culpa de basuras andantes que pisan este mundo.

¿Será que no merezco tener una familia?.

Esa era la pregunta que rondaba mi cabeza desde que llegamos al hotel.

Jack pasa su mano por encima de mis hombros al ver como empiezan a descender los cuerpos. Lloro contra su pecho mientras escucho uno que otros sollozos de algunos conocidos de la familia.

Recibí cientos de pésames a los cuales solo me limité a asentir y dar las gracias.

La mejor compañía en este momento es Jack, es un chico silencioso que solo con su presencia me reconforta sin ni siquiera hablar.

Las personas comienzan a salir del cementerio no sin antes dejar unas flores en sus tumbas.

- ¿Quieres que te deje sola? - Miré a mi alrededor viendo que éramos los únicos que quedábamos al frente de los cinco montones de tierra.

Asentí y sentí como retiró su brazo de mis hombros para posteriormente darse la vuelta e ir a la camioneta.

- Gracias - susurré parada al frente de las tumbas - es la mejor palabra que tengo para decirles - me subí los lentes a la cabeza mientras lágrimas recorrían mis mejillas - No hubiera conseguido otra familia adoptiva mejor que ustedes, gracias por tanto amor, gracias por cuidarme como su hija, gracias por no dejarme a mi suerte cuando mis padres murieron y gracias por darme a la mejor hermana del mundo. - Dije hablándole a las tumbas de mis padres y hermana adoptivos - simplemente gracias. Y ustedes - me dirigí a las tres tumbas restantes las cuales eran de mis mejores amigos - Gracias por ser esas personas incondicionales que siempre tenía a mi lado - metí mis manos a mi suéter negro - Los amo y se los juro que me esforzaré en ser una de las mejores militares para poder capturar a los desgraciados que hicieron esto. Descansen en paz que de la justicia me encargo yo - sorbí mi nariz y me sequé las lágrimas - Vuelen alto y me saludan a mis padres - Me di media vuelta y caminé hasta la tumba de mis padres biológicos que no quedaba lejos.

Al estar parada al frente de sus tumbas vi que tenía el arreglo de flores que pago mensual.

- Bendición papis - sonreí triste - Ayer seis ángeles se sumaron al cielo, no saben cuanto daría por estar con todos ustedes, pero antes tengo algunas diligencias que hacer - sonrío al recordar la palabra "diligencias" que usaba mi madre - Ténganle paciencia a Carla sigue siendo irritante o incluso un poco más - bajé los lentes hasta mis ojos - Los amo - susurro antes de caminar hasta la camioneta donde está Jack recostado en la puerta del copiloto fumándose un cigarrillo.

Bota el cigarrillo y lo apaga con su bota para luego acercarse y darme un pequeño beso en los labios que me hace estremecer.

Saca las llaves de la camioneta de mi suéter y sin decir nada va hasta el puesto del piloto y desde adentro me abre la puerta.

- No hacía falta - susurro colocándome el cinturón de seguridad. Jack solo se encoge de hombros mientras empieza a conducir.

***

Al abrir los ojos veo que estoy acostada en la habitación del hotel. No sé en qué momento me quedé dormida.

- ¿Jack? - pregunto al no verlo en ningún lado de la habitación.

POLIAMOR MILITAR [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora