| Capítulo 16 |

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Raven.

Perfección y sensualidad es lo primero que pensé al ver a la enana pelirroja. Sin duda es una mujer que capta la atención de cualquier hombre.

Sus ojos azules son tan sorprendentes. Llenos de un brillo hermoso cuando ve en nuestra dirección.

¿Hermoso? ¿Qué mierda me pasa?.

Sus caderas cuando camina tienen un leve balanceo que me hace imaginar cosas muy calientes con su cuerpo.

Unos azotes no estaría mal.

En menos de dos semanas ya nos tiene a sus pies y ni hablar de Ángel que en unas horas lo tenía comiendo de su mano.

Es una vil manipuladora.

Con su cara inocente y ojos de cachorrito herido conseguiría lo que quiera de nosotros.

—  No, prefiero un cuarto de invitados —  Refuta nerviosa la pelirroja que está de pie al frente de nosotros.

—  No hay más habitaciones —  Responde con tranquilidad Dan.

—  ¿Me estás diciendo que en todo este pent - house solo hay una habitación? —  Se cruzó de brazos y miró seria en nuestra dirección.

—  Si hay más habitaciones, pero la única amueblada es esta st— señala la cama King triple que mandamos a hacer.

Suspira rendida y mira hacia todos los lados de la habitación.

—  ¿Baño? —  pregunta.

Wes le señala la puerta que está a su izquierda.

Entro al armario con mis hermanos siguiéndome.

Me sacó las botas y el pantalón del uniforme y me coloco un pantalón de pijama.

Saco otro pantalón de pijama que tiene un ajustable en la cintura para dárselo a Roma.

Salgo del armario y me acerco al baño dando leves toques en la puerta.

—  ¿Si? —  Su dulce voz se escucha del otro lado de la puerta.

—  Toma, colócate esto —  abre un poco la puerta y saca su mano por la pequeña abertura.

Le paso el pantalón y me volteo para acostarme en la elegante cama de sábanas negras donde yacen mis hermanos acostados.

Wes está en la esquina izquierda a su lado está Jack, luego Dan y por último Ángel.

Camino hasta el lado de Ángel quedando en la esquina derecha de la cama.

Siempre es nuestro orden.

—  Pásame el control del aire —  dice Ángel.

En vez de usar a Emily.

Ruedo los ojos y me volteo a mi lado izquierdo, abro el primer cajón de la mesa de noche, agarro el control del aire y se lo paso a Ángel.

Prende el aire acondicionado poniéndolo en la más baja temperatura.

Me da el control y lo vuelvo a guardar en la mesa.

La puerta del baño se abre dando paso a una Roma con su cabello trenzado, la camisa de su uniforme, mis pantalones de pijama y por último sus medias.

Entrecierro los ojos en su dirección y me fijo bien en los pantalones.

—  ¿Roma cortaste los pantalones? —  hablé serio.

Sonrió tímida.

—  ¿Ups? —  Dejó su pantalón del uniforme al lado de las botas que anterior mente había subido en su mano.

POLIAMOR MILITAR [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora