POLIAMOR MILITAR [+18]

| Capítulo 12 |

Roma.

Me quedo completamente en shock tras escuchar las palabras tan directas de Wes.

—  ¿Qué pasa guapa? ¿Te dejé muda? —  se burló Wes tomando asiento al frente mío.

—  No, y te agradecería que dejaras de decir cochinadas.

—  Cochinadas son las que te haré con mi boca —   carcajeó Wes.

—  Bien, me voy —  gruñí levantándome o haciendo el intento, ya que Wes me agarró del antebrazo impidiéndome levantar.

—  Es broma —  sonrió —  o tal vez no —  subió y bajo la cejas con picardía.

—  ¿Qué quieres Wes? —  pregunté.

—  Yo quiero muchas cosas de ti —  se acercó a mí, quedando muy cerca de mi cara.

—  ¿cómo cuál? —  pregunté confundida.

—  Pues… te voy a mostrar la primera —  se acercó y me dio un fugaz beso.

Coloqué mis manos en sus antebrazos marcados y tiré mi cabeza hacia atrás tratando de separarme un poco de él.

Mi cuerpo no reaccionó tanto al beso porque fue muy rápido, pero puedo sentir mis mejillas sonrojarse.

—  ¿Qué haces? Tonto —  susurré sonrojar.

—  Creo que en toda mi vida me han insultado de tantas maneras, pero jamás me habían dicho tonto y pese a que es un "insulto" en tus labios me excita que me digas así —  Dijo pensativo.

—  Estás mal —  lo miré con una mueca y me aparté de él.

Me quedé recostada a un árbol observándolo fijamente.

Sin duda es un hombre muy guapo, todo de él llama la atención su cara, su cuerpo y su voz es tan firme y ronca que no me quiero imaginarlo recién levantado. El único defecto que le veo es que es muy directo y pervertido.

—  ¿Me quieres follar? —  su voz me sacó de la estricta revisión que le hacía a su cuerpo.

— ¿Eh? ¡NO! ¿Por qué preguntas eso? ¿Siempre eres tan directo? —  pregunté con vergüenza mirándolo.

—  Me mirabas como si yo fuera un pedazo de carne y tú fueras un león hambriento, y te confieso que pensé que en cualquier momento me saltarías encima. Logré ver en tu mirada lujuria y muchas ganas de... —  lo interrumpí.

—  Mientes, solo estaba pensando —  susurré.

— ¿En como follarme? —  sonrió.

— Eres imposible —  negué con la cabeza.

Después de un rato en un silencio verdaderamente cómodo Wes habló.

—  ¿sabes? En una semana llega el nuevo general.

— ¿cómo que el nuevo general? —  pregunté interesada.

—  Si, el hermano mayor de Jack y también llega nuestro mejor amigo, se supone que llegarían en unos meses de una importante misión, pero lograron hacerla antes del tiempo postulado, fue impresionante —  Dijo orgulloso.

—  Entiendo ¿entonces el general Brown se va a jubilar? —  pregunté.

Asintió.

¿Será viejo?.

***

Ha pasado una semana y media en donde cada día nos hacían entrenar más de lo normal.

Tengo que decir que nuestra condición física mejoró mucho desde que entramos aquí, todos los novatos la estamos dando toda para poder ser soldados.