| Capítulo 44 |

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Roma

—  Quítate —  Escucho un gruñido debajo de mi cuerpo —  Necesito ir al baño, mujer —  Me remuevo mientras me aferro al musculoso cuerpo.

—  Quieto, déjame dormir – Murmuro con los ojos cerrados.

Ángel se sienta en la cama haciendo que yo quede sentada en su regazo, con su mano en mi cintura trata de dejarme a un lado, pero yo me aferro más fuerte a su cuerpo.

—  Roma —  Su gruñido enfadado hace que abra un poco mis ojos. Sonrío mientras giro en su cuerpo quedando como un koala en su espalda. Escuchó su suspiró de pesadez mientras se levanta de la cama. Miro por encima de mi hombro al resto de mis hombres dormidos en la cama.

Cierro los ojos y apoyo mi cara en la espalda de Ángel cuando enciende la luz del baño. Siento las manos de mi Ángel cuando bajan hasta su bóxer para después sonar un chorro de...

***

—  Llévame —  Me quejo cuando Ángel trata de apartarme.

—  Bájate —  Gruñe mirándome sobre su hombro.

—  No —  Hago un puchero mirándolo.

—  Ojalá no sea lo que estoy pensando —  Dijo enfadado mientras se colocaba de pie y bajaba conmigo en su espalda.

—  ¿Sabes que hoy decoramos de navidad? —  Sonreí feliz.

—  Si —  Dijo aburrido.

Llegamos a la cocina donde estaban el resto de mis chicos mientras Wes cocina el desayuno.

—  Hola, cielo —  Dijo Wes dejando un beso en mi mejilla. Me bajo de la espalda de mi Angelito para decirle buenos días a cada uno de mis chicos.

Cuando volteo a ver a Ángel se había sentado en una silla de la barra y tenía sus manos entrelazadas en su regazo, me acerco y trato de sentarme en su regazo, pero este no me deja. Bufo y me cruzo de brazos quedándome parada muy cerca de él. Su mano no tarda un minuto en enrollarse en mi cintura y sentarme en su regazo.

—  ¿Ya desayunaron? —  Pregunté mirando a Dan quien estaba sentado al lado de Ángel.

—  Si, acabamos de desayunar, conejita —  Dijo Sonriendo.

—  Gracias, cariño —  Sonrió a Wes quien deja dos desayunos en la barra de la cocina. Me siento de lado en la pierna izquierda de Ángel quien solo suspira.

—  ¿Vamos a decorar de navidad? —  Pregunto emocionada.

—  Más tarde —  Responde Raven.

—  Pero yo quier...

—  Más tarde —  Gruñó Ángel a mi espalda, me recosté en su pecho e incliné mi cabeza hacia atrás para lograr verlo.

—  Pero...

—  Shh... —  Colocó un dedo en mis labios, fruncí el ceño mirándolo.

Cuando terminamos de desayunar Ángel me bajó de su regazo para comenzar a caminar hacia la sala, a paso rápido me acerqué a él para entrelazar nuestras manos. Me senté al lado de Ángel con mis piernas en su regazo mientras encendía la televisión y mis chicos revisaban su móvil. Solté un chillido cuando Lilo y stitch aparecieron en la pantalla. Recosté mi cabeza en el hombro de Ángel mientras observaba las caricaturas favoritas mías y de mi madre.

Lilo ¿por qué estás tan mojada?

— Es día de sándwich —  Tomo aire por la boca al igual que Lilo —   Cada jueves le doy a pato el pez un sándwich de mermelada...

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