| Capítulo 5 |

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Roma.

Me siento en un costado de la cama, agarro mi maleta y saco uno de los dos uniformes que están adentro de una bolsa transparente de plástico, saco el uniforme y comienzo a detallar las prendas.

El uniforme consta de la típica camisa y pantalón militar, también trae una licra verde corta y una camiseta negra sencilla. Las camisas en la parte izquierda superior tienen una etiqueta con mi apellido y al lado derecho el escudo del FMEU.

—  Roma rápido, solo tenemos 10 minutos para bajar —  me recordó bella.

Volteé a mirar a mis costados y todas las chicas estaban por la mitad de sus uniformes.

Me levanté rápidamente, me quité mi pijama y saqué un sostén de la maleta, me comencé a vestir lo más rápido que pude.

Si se notaba la diferencia de talla. El pantalón me queda extremadamente largo y ancho. Lo que hice fue doblarlo un poco para que no se arrastrara con el piso. La camisa igualmente me quedaba grande, pero no tenía remedio. La licra y la camisa que llevaba abajo si me quedaban bien igual que las botas.

—  ¡Dos minutos! —  Escuché un grito de la planta baja.

¡Mis dientes!.

Agarré mi cepillo de dientes y corrí hasta el baño y me lavé la cara con un poco de agua.

Cuando salí del baño el piso estaba completamente vacío.

¡Dios no!.

Deje mi cepillo en la mesa de noche y baje las escaleras haciéndome una coleta en el pelo.

Cuando salí del dormitorio estaba el coronel Wes y al frente estaban todos los novatos de los dos dormitorios perfectamente formados.

El coronel posó su mirada en mí y sus labios se levantaron dejando ver una sonrisa maligna.

—  Novata —  dijo con tono frío pero sin quitar su sonrisa.

—  Siento la tardanza mi coronel —  Apreté los ojos con fuerza, caminé hasta el lado de Bella y coloqué mi saludo militar igual que todos.

—  Aquí cada mala acción tiene su castigo.

Claro como el castigo que recibiste al sacar mis bragas de la maleta (pensé).

—  ok —  respondí.

—  ¿ok? —  alzó una ceja mientras me fulminaba con la mirada.

Me lleva...

Apreté mis labios en una línea recta.

—  Si, mi coronel entendí perfectamente y aceptaré cualquier castigo por mi impuntualidad.

Tengo sueño... Nunca madrugo tanto, pero supongo que me acostumbraré.

—  Descansen novatos —  gritó para todos.

Todos tomamos postura de descanso.

—  Síganme, el primer pie que sale es el derecho, si alguien rompe la fila o se descordina tendrá un castigo ¿entendido? —  informó.

—  ¡Si mi coronel! —  gritamos al unísono y lo seguimos tratando de estar todos coordinados.

Caminamos hasta detrás de los dormitorios donde en el medio había 3 circuitos cada uno con diferentes obstáculos, al lado izquierdo había una cancha vacía y al lado derecho se veía una espectacular práctica de tiro.

Seguimos al coronel Wes hasta en lado izquierdo donde en el medio de la cancha nos esperaba el coronel Jack y los sargentos Raven y Dan.

El Coronel Wes se situó al lado del coronel Jack y nosotros nos formamos al frente de ellos.

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