| Capítulo 10 |

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Roma.

Ya todos habíamos disparado la AK - 47 y no les miento cuando les digo que a la mayoría de los novatos nos fue muy bien.

La mitad de nosotros ya había disparado el francotirador, todos habían fallado y la ventaja de ser la última en pasar era observar y tomar nota mental de lo que cada uno de mis compañeros hacía a la hora de disparar.

Este francotirador por lo que pude notar tenía más o menos 1 cm de caída de bala por cada mil 1.000 m, la bala se notaba que era pesada, ya que el viento fuerte solo la movía milímetros.

Cuando tocó mi turno solamente un chico llamado Frank había dado en el blanco.

—  Roma Bianci —  escuché mi nombre e inmediatamente me levanté del asiento caminando hasta los superiores.

—  Acuéstate y toma posición de disparar —  habló Jack.

Me acosté boca abajo, mi ojo izquierdo quedó en la mira y mi dedo índice en el gatillo.

—  Tranquila, recuerda que solo tienes una oportunidad —  se alejó un poco para darme mi espacio.

Ubiqué el punto rojo de la mira en la cabeza del objetivo.

—  Roma si calculaste 1 cm de caída de bala por cada 1.000 m y el objetivo está a 3.000 m serían 3 cm de caída de bala, tampoco es tan difícil. Matemática básica supongo —  susurré para mi misma.

Con mi mano izquierda subí un poco el francotirador calculando los 3 cm por arriba de la cabeza del objetivo.

Ok caída de bala lista, ahora el viento.

Coloqué toda mi atención al viento el cual en estos momentos solamente es una pequeña brisa, así que calculando que con viento fuerte la bala solo se mueve unos milímetros, con solo una pequeña brisa no tendría por qué moverse la bala.

Dejé el arma como estaba con los tres cm por arriba y sin moverlo de lado horizontal.

Dispara antes de que el viento cambie.

—  Tienes razón bella conciencia.

Suspiré pesadamente y disparé.

Todo el lugar quedó en silencio esperando que la bala impactara.

Yo no quité mi vista de la mira para poder ver mejor si había cumplido mi objetivo o no.

Cuando el sonido del metal se escuchó me quedé verdaderamente impresionada observando que le había dado en toda la cabeza al objetivo.

Detrás de mí resonaron aplausos de mis compañeros.

Me separé del francotirador y me levanté del piso limpiando un poco mi uniforme.

—  Buen trabajo novata, tú y Frank tienen un punto extra —  Gritó Wes para que todos escucháramos.

—  ¡Ahhhh! ¡Le disparé en el centro! ¡¿Lo viste Bella, Lo viste Sam?! ¡¿Lo vieron todos verdad?! ¡No lo puedo creer que está enana le diera en todo el centro a ese hombre, aunque no era un hombre de verdad, pero le di en la cabeza y eso es lo que más importa!  —  Grité con mucha emoción.

Varios de los novatos se rieron por la explosión de emoción, pero otros me miraban muy mal.

Sam y Bella corrieron en mí dirección a abrazarme y a darme las felicitaciones.

Luego de mi locura emocional los superiores ordenaron a Sam y Bella a volver a sus asientos.

—  Frank, levántese y colóquese al lado de Roma —  Ordenó el sargento Raven.

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