Roma.
Mi cumpleaños pasó de maravilla al igual que el de Raven quien cumplía un día después que yo, mis hombres nos llevaron a un restaurante muy lujoso dónde iba incluido un show en medio de la cena, sin duda una experiencia única en la vida. Me emociona pensar que ya casi cumplo un año desde que me mudé a este país y para ser sincera extraño muchas cosas de Italia aunque recordar cosas de allí hacen que la nostalgia y tristeza invadan mi ser.
— ¿Vamos de compras? — Preguntó Sam mientras caminábamos luego de hacer el entrenamiento diario.
— ¿Mañana? — pregunté mirándola inocente, ya que no me apetecía salir.
— Bien — Dijo rodando los ojos.
— Huelo horrible — Dijo Bella sudada.
Caminábamos en dirección al edificio, pero el sonido de una trompeta que resonaba por los altavoces nos hicieron detener en seco. El lugar se comenzó a llenar de militares cuando las dos puertas de metal se abrieron para dar paso a dos camiones con el logo de la FMEU, los vehículos se aparcaron a un lado y de ellos bajaron más militares saludando alegremente a los que ya estaban esperándolos, una chica morena pasó por el frente mío corriendo, la seguí con la mirada y al verla hacia donde se dirigía me di cuenta de que era hacia mis chicos los cuales estaban apartados de todos, la cara de estos estaban pálidos y con nervios no muy común de ellos respondieron el abrazo de la chica, miraban para todos lados hasta que sus ojos chocaron con los míos.
— Ve y defiende lo que es tuyo — Dijo Sam dándome un ligero empujón en la espalda. Sonreí y caminé en la dirección de ellos con las chicas a mis costados.
La chica estaba abrazada a Dan y una ola de celos invadió mi cuerpo, le sonreí a Price quien estaba a un lado de ellos, pero este no me devolvió la sonrisa algo muy raro en él.
Llegué hasta quedar al frente de mis chicos y me aclaré la garganta haciendo que todas las miradas se pusieran en mí, tristeza, miedo y algo más que no alcancé a identificar pasaban por sus ojos. La chica se apartó de Dan y giró su cuerpo dejándome ver sus dos ojos cafés, tenía un excelente cuerpo y una cara muy hermosa.
— Hola — Saludé confundida.
— ¡Oh! Hola, yo soy Lía mucho gusto — Extendió la mano en mi dirección.
— Roma — Le sonreí un poco abrumada, ya que no entendía nada. Ella estaba dándoles la espalda a mis chicos y no se dio cuenta como Ángel apretaba sus manos en puños y Dan miraba hacia el cielo como si quisiera escapar del lugar. Me preocupé al verlos tan desubicados y cuando les iba a preguntar si estaban bien Lía habló.
— No sé si ya los conoces, pero ellos son Jack, Wes, Raven, Dan y Ángel. Mis esposos — Parpadeé confundida y sonreí, ya que obviamente era una broma.
— Que buena broma — Rio Bella a mi lado. Lía frunció el ceño confundida.
— ¿Broma? No, no es broma — Su sonrisa desapareció mientras me miraba fijamente. Mi respiración se agitó y un dolor muy fuerte en el pecho se hizo presente cuando ninguno dijo lo contrario. Abrí la boca y la cerré varias veces pensando en la posibilidad de que fuera mentira, pero al ver que Dan bajaba su cabeza y una lágrima deslizaba por su mejilla caí en cuenta de que Lía no mentía.
Cerré mis ojos esperando despertar de esta pesadilla tan horrible, pero cuando los abrí me di cuenta de que todo era real, que ellos estaban casados, que me mintieron y me usaron.
Me agarré del brazo de Bella cuando un leve mareo invadió mi cabeza, tomé aire tratando de recomponerme. Lía me miraba fijamente sin decir nada, los chicos me miraban sin decir nada, todos me miraban sin decir nada y yo estaba en una especie de trance que no sabía que decir, cuánto más pasaban los segundos más real se volvía está pesadilla.
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POLIAMOR MILITAR [+18]
Aksi¿Qué ocurre cuando no sabes que carrera elegir? La respuesta es fácil ¿No?. La pelirroja italiana Roma Bianci, eligió su carrera de una forma muy peculiar, una noche con ayuda de sus amigos crearon un juego para ayudarla en su futuro. ¿Qué pasará cu...