| Capítulo 1 |

94.1K 5.8K 3K
                                    

Italia 10 de enero.

 Roma.

 Meto la llave en la puerta de mi apartamento y empujo un poco, ya que está oxidada.

 Cuando entro todo está oscuro y con mi mano busco el interruptor de la pared.

 Apenas el apartamento es iluminado varios gritos me sobresaltan.

 — ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! — observé a mis amigos que se acercaban.

 — Creí que lo habían olvidado — dije con un puchero en mis labios mientras recibía con los brazos abiertos a Carla.

 Mi hermana y compañera de apartamento.

 — Ni loca lo olvidaríamos — dijo Carla apretándome contra su pecho con mucha fuerza.

 — Suéltame, me estás ahogando — dije removiéndome como un gusano es sus brazos.

 — Ya suéltala — se acercó Jhon y me apartó de Carla.

 — Feliz cumpleaños mi pequeña — dijo abrazándome.

 Marie y Louis imitaron el gesto de Carla y Jhon.

 Hoy era mi cumpleaños 21, por fin ya era mayor de edad en absolutamente todo el mundo.

 La sala de mi apartamento estaba decorada con muchos globos y en el centro de la mesa había un pastel de chocolate (mi favorito).

¿A quién no le gusta el chocolate en general?

 Nos sentamos los cinco alrededor de la mesa y me cantaron el maravilloso cumpleaños.

 — Sopla y pide un deseo Roma — dijo Louis encendiendo las velas con su mechero.

 Me agaché un poco y antes de soplar las velas pedí mi deseo.

 Deseo encontrar un maravilloso futuro.

 Soplé las velas y todos aplaudieron.

 — ¿Qué deseo pediste? — preguntó Louis.

 Marie le dio una palmada por detrás de su cabeza.

 — Si te lo dice no se cumplirá amor, es ley de vida — le dijo dándole un beso en la comisura de sus labios.

 — No le pegues Marie, él solo tenía curiosidad — dije sonriendo.

 — Tú nunca cambias pequeña — dijo Jhon cortando el pastel de chocolate.

 Se ve delicioso.

 Me pasé la lengua por los labios.

 — ¿A qué te refieres? — pregunté recibiendo el pedazo de pastel que Jhon me ofrecía — ¿Me das una fresa por favor? — pedí llevándome una cucharada de pastel a la boca.

 — Siempre eres tan tierna con todo el mundo — me colocó dos fresas en mi plato.

 — Gracias — sonreí.

— Es verdad, solo dos veces la he visto molesta. Y si algún día la ven así corran por lo que más quieran — Comento Carla uniéndose a la conversación.

 Todos en la mesa soltaron una carcajada por el comentario de Carla.

 Ellos son mi familia, siempre están en los buenos y malos momentos.

 Carla es mi mejor amiga desde pequeña, cuando mis padres fallecieron su madre me adoptó para que no tuviéramos que separarnos, somos hermanas adoptivas, pero nos amamos como si fuéramos de sangre.

POLIAMOR MILITAR [+18] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora