| Capítulo 31 |

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Roma.

Recibo un mensaje de Sara diciéndome que los resultados de sangre están listos. Bajo hasta la enfermería con todos mis chicos siguiéndome.

— Tranquila mujer —  Dijo Ángel al ver que caminaba a paso rápido para llegar lo más pronto posible.

Entro a la enfermería dónde detrás del escritorio está Sara, quien levanta la cabeza al escucharnos llegar, sin levantarse de la silla busca en el cajón que tiene a su lado un sobre que extiende en mi dirección.

Agradezco tomando el sobre y me doy media vuelta saliendo con mis chicos a mi espalda no sin antes escuchar un "de nada Roma" por parte de Sara.

Caminamos hasta quedar debajo de un árbol donde abro el sobre con las manos temblorosas, pero antes de ver el resultado Dan me lo arrebata de las manos.

—  ¡Oye! Que Grosero eres —  Lo miro enarcando una ceja.

—  Lo siento conejita, pero yo quiero leerla primero —  Dijo bajando la mirada para leer mentalmente los resultados mientras nosotros lo miramos a la expectativa. Cuando terminó de leer sus manos temblaban y su cara se había tornado roja.

—  ¿Y? —  Pregunté desesperada.

—  Lo drogó —  Afirmó enfadado Dan.

—  ¡La voy a mandar a la mierda! —  Gritó Wes furioso sobresaltándome. Comenzó a caminar en dirección al comedor de los militares y nosotros sin dudarlo seguimos sus pasos.

Azotó las puertas tan fuerte haciendo que un silencio descomunal invadiera cada rincón del comedor.

—  ¡Tú! —  Señaló a Cristina con su dedo cuando la encontró mirándonos — ! Eres una hija de puta! —  Gruñó dando zancadas en su dirección, al llegar a su lado dio un golpe seco en la mesa que la hizo levantarse furiosa.

—  ¡¿Qué mierda te pasa?! —  Chilló con la voz fastidiosa que tiene.

—  ¡Drogaste a mi hermano! —  Gritó Ángel con esa voz demandante que asustaba, pero a la vez me encantaba.

—  ¡Ah! Es por eso que están tan enfadados —  Carcajeó y sentí mis manos temblar de lo enojada que estaba —  Si lo drogué ¿Qué harás? ¿golpearme? Me gusta que me golpeen, pero en la cama—  Susurró coqueta.

—  Él no, pero yo si te golpearé —  Hablé pasando por el medio del cuerpo de Ángel y Wes hasta quedar al frente de ella.

—  ¿Tú me gólp…? —  No termino de hablar, ya que el puñetazo que le metí en la cara la mandó directo al suelo. Sacudí la mano ante el intenso dolor de mis nudillos.

—  ¡Cuidado se te revienta una silicona de tus nalgas! —  Gritó Sam desde el otro lado del comedor al ver que cayó de nalgas al suelo.

Cristina me miró y se levantó furiosa mientras se pasaba la mano por la nariz para retirar la sangre que salía de esta. Al verla caminar en mi dirección coloqué mi pie derecho atrás para enfrentarla.

—  Le tocas un pelo a mi reina y estás muerta —  Gruñó Raven colocándose al frente mío tapándome la vista.

—  ¡Quiero que recojas tus pertenencias y te largues ahora mismo de la FMEU, yo personalmente me encargaré de que no entres a otro ejército en lo que resta de tu vida! —  Gruñó Ángel.

Cristina soltó un chillido enfadado para luego salir a paso rápido del comedor.

—  Price síguela hasta que se largue —  Ordenó Ángel.

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