Roma.
Abro los ojos con dificultad por causa de la gran iluminación que hay en la habitación.
Repaso con la mirada el lugar en el que me encuentro y me doy cuenta de que es una mini-habitación de hospital.
Me siento en la camilla y observo que a mi lado izquierdo se encuentran Jack y Wes sentados en un sofá.
— ¿Qué me sucedió? — pregunté con voz ronca.
— Te desmayaste en la primera carrera para la competencia — contestó Wes.
— ¿Qué hora es? — dije y miré mi mano dándome cuenta de que tenía una aguja la cual me proporcionaba suero.
— 8:00 AM.
— ¿8:00 AM? ¿Pero cómo? ¿Dormí tanto? — pregunté confundida.
— Sí, supongo que por el cansancio.
— ¿Y ustedes se quedaron aquí toda la noche? — pasé mis manos por mi cabello peinándolo un poco.
— Si, te cuidamos toda la noche — contestó Jack sonriendo.
¿Jack sonriendo? Ummm raro.
— ¡oh! Pues gracias — sentí mis mejillas calientes.
— Voy a pedir tu desayuno, los novatos tienen la mañana libre y hoy en la tarde se les dará una clase de armamento y después la práctica de tiro — dijo Jack. Se levantó del sofá y salió de la habitación.
Wes se levantó del sofá y con pasos lentos se acercó a mi lado, se sentó de medio lado colocando su nalga izquierda en la camilla y me miró fijamente.
Su mirada era tan profunda que me incomodaba un poco, su mano derecha subió hasta mi mejilla, un suspiro salió de mis labios e inconscientemente cerré mis ojos disfrutando de su tacto.
Luego de unos segundos los abrí y él seguía observándome fijamente
Me sonrojé y sus labios se curvaron un poco dejando ver una sonrisa moja bragas.
— ¿Qué me ves tanto? — pregunté avergonzada.
— Lo hermosa que eres Roma.
Mi respiración paró en seco ante sus palabras y lo miré con los ojos entrecerrados.
¿A qué juegas Wes?.
— Pues tú también eres hermoso.
— Lo sé — dijo arrogante.
¡Espera! ¿Que? ¿Lo dije en voz alta verdad?.
Me lleva...
Solté una risita nerviosa y agarré su mano que aún seguía en mi mejilla, con mis dedos pulgares la acaricié y de los labios de Wes salió un suspiro.
La puerta se abrió dando paso a Jack con una bandeja llena de comida en sus manos. Me separé un poco de Wes y le presté atención a Jack que se acercaba.
Colocó la bandeja en mis muslos y todo el desayuno se veía delicioso.
— Gracias — sonreí.
— De nada linda — respondió Jack.
Fruncí el ceño.
A estos dos algo les pasa, no es normal que de un momento a otro cambien su forma de tratarme, ayer eran insultos y hoy palabras bonitas, ayer era gnomo y hoy soy linda. Tal vez se sienten un poco culpables por mi desmayo.
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POLIAMOR MILITAR [+18]
Ação¿Qué ocurre cuando no sabes que carrera elegir? La respuesta es fácil ¿No?. La pelirroja italiana Roma Bianci, eligió su carrera de una forma muy peculiar, una noche con ayuda de sus amigos crearon un juego para ayudarla en su futuro. ¿Qué pasará cu...