Recuerdo mi época en el instituto, donde dibujaba flores de manera casual, sin ir más allá. Fue entonces cuando mi abuelo, me aseguró que tenía talento. A pesar de sus palabras, no lograba ver más allá de lo que para mí eran meras líneas y círculos...
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Lucía
Desde hace unos días, recibí la invitación de Claudia para asistir al evento BookStar, el cual se celebra siempre el segundo fin de semana de agosto. Es un evento grande donde comercializadoras de libros venden tanto libros como accesorios para lectores, tales como velas, abrigos, tote bags, entre otros. Aunque no es tan enorme como la Feria del Libro, BookStar tiene su encanto especial, ya que es organizado principalmente por lectores y bibliotecas.
Mientras entramos al primer pabellón, me doy cuenta de que traer a Sky no fue la mejor idea. Está llenísimo y resulta complicado caminar entre tanta gente. Pero no quería dejarlo solo; Ana y la señora Rosa tenían que trabajar, y para ser sincera, no me fío de nadie más para cuidarlo.
Consideré decirle a Claudia que no la acompañaría e incluso intenté encontrar alguna excusa para evadir por completo la invitación, pero no pude. Claudia ha sido muy amable conmigo desde que la conocí.
— Lo siento —dice mientras avanzamos con dificultad—, no sabía que estaría así de lleno y mucho menos que traerías a Sky.
— No te preocupes —le respondo con una sonrisa—, debí decirte que lo traería. Mi niño no arruinará nuestros planes, ¿verdad?
— No, claro que no.
— Entonces, ¿A dónde vamos?
— ¡Vamos a buscar promociones! —contesta emocionada.
Nos dirigimos hacia una de las áreas con descuentos, y a medida que avanzamos, veo stands con una gran variedad de artículos para lectores. Sky, aunque un poco inquieto, parece estar disfrutando del ambiente. Claudia se detiene en uno de los puestos y empieza a revisar las ofertas.
— Mira estas tote bags, ¡son preciosas! —exclama, sosteniendo una con un diseño de un libro abierto y estrellas alrededor.
— Sí, están muy bonitas —le digo mientras acaricio a Sky, que se ha sentado junto a mis pies—. Quizás compre una, siempre es bueno tener más bolsas para libros.
— ¡Exacto! —responde Claudia, sonriendo.
Ambas decidimos comprar tote bags; ella se lleva dos y yo una. También me compro una vela con olor a lavanda. Salimos de ese stand y noto la gran cantidad de personas que han venido. Familias, grupos de amigos, parejas, todos parecen compartir la misma pasión por la lectura.
Claudia me toma del brazo mientras cargo a Sky, y caminamos entre la multitud hasta llegar a un stand con una promoción de "paga dos, lleva tres". Recorremos todo el espacio para aprovechar la oferta. Claudia se queda en la sección de ediciones de bolsillo, mientras yo me detengo en las ediciones especiales y de tapa dura. La edición de bolsillo no me gusta; es muy pequeña para mi gusto. Aunque es conveniente para llevar libros a todas partes, prefiero algo más sustancial.
— ¿Compro este o este? —me pregunta Claudia cuando se acerca con una edición de Cumbres Borrascosas y otra de Jane Eyre—. ¿Sabes qué? Me llevo Jane Eyre. Ya me leí esta historia muchas veces, pero me encanta.
