Recuerdo mi época en el instituto, donde dibujaba flores de manera casual, sin ir más allá. Fue entonces cuando mi abuelo, me aseguró que tenía talento. A pesar de sus palabras, no lograba ver más allá de lo que para mí eran meras líneas y círculos...
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Lucía
Nunca he sido de las chicas que son celosas y puede que sea porque solo he tenido una relación y en esa relación no sentí lo que estoy sintiendo ahora. Los sentimientos que tengo por Adrián son profundos y, con ellos, vienen también los celos. Adrián, al ser famoso, siempre está bajo la lupa, y la gente siempre va a hablar.
Me molesta particularmente que se mencione la relación que tuvo con Victoria. Aunque Adrián me ha demostrado que no hay nada entre ellos, mi mente me juega malas pasadas cuando veo fotos de ellos juntos en un evento y en la recepción de Adrián en una página de noticias y chismes del país. En los comentarios, algunos le tiran hate a Victoria, otros apoyan que vuelvan, y unos pocos mencionan que Adrián ya tiene novia. Así son las redes sociales.
— ¿Qué tanto miras? —me pregunta Adrián cuando vuelve con Isaac de pasear a Sky por los alrededores de la casa.
— Nada... solo —carraspeo y él frunce el ceño, acercándose a mí.
— ¿Qué pasa? —pregunta Adrián con una expresión preocupada. Yo dejo de mirarlo para mirar a Isaac. No sé si es el momento de hablar de esto frente a Isaac, pero él parece entenderlo.
— Yo voy a chismosear tu... jardín —dice Isaac y sale de la casa.
Adrián se queda esperando a que le diga qué pasa, y es un poco incómodo para mí porque jamás he pasado por esto de reclamar o lo que sea que voy a hacer.
— Es... es solo que hay gente que cree que... —murmuro, y él abre un poco los ojos, esperando—. QuevasavolverconVictoria.
— ¿Te importa lo que la gente piense? —pregunta, y yo bajo la cabeza.
— No, es solo que es como incómodo. Estamos juntos y la prensa cree eso.
— ¿Qué puedo hacer para que no estés incómoda con eso? —murmura, y yo levanto la cabeza para verlo—. ¿Qué puedo hacer?
Me quedo callada ante lo que me está diciendo y simplemente respiro hondo. Él sigue mirándome expectante.
— ¿Hay razones para que la gente piense eso? —le pregunto.
— No, son rumores... dime, ¿qué puedo hacer? ¿Quieres que publique una foto contigo o varias?
— No es...
— Hasta puedo publicar una con Sky —dice él, sonriendo—. Somos una familia.
— Adrián —digo, riéndome nerviosa por lo que acaba de decir. Una familia.
— Hablo en serio —murmura—. Es más, publicaré una ahora.
— ¿Cómo? —murmuro, atónita.
Saca su teléfono de uno de sus bolsillos y comienza a mover los dedos, buscando algo. Me asomo para ver su pantalla y veo la cantidad de fotos que tiene de mí... muchas fotos mías, de la hacienda, de los caballos, y de Sky. Pero hay una que me llama la atención porque tiene un corazón, está en la carpeta de favoritos. Esto es irreal. Me alejo para asimilar lo que está pasando y él sigue en su teléfono unos segundos más para luego decirme:
