Capítulo 3

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Capítulo 3

Esteban esperó de brazos cruzados la respuesta de su suegro.

Sr.Fer: presiento que no va a gustarme... Pero necesito saberlo.

E: ese infeliz siempre estuvo obsesionado con tu hija. Con mi mujer.

Sr.Fer: eso no puede ser, Esteban... Siempre fue un tío para mis hijos...

E: no. Yo también llegué a creer eso... Pero en mi cara me lo dijo. Desde que la conoció se obsesionó con María, porque a eso no se le puede llamar amor... Es obsesión.

Sr.Fer: es imposible...

E: pues ya lo sabes, ¿Piensas ahora que hice mal al apartarlo completamente de nuestras vidas??

Sr.Fer: ¿Por qué no me lo dijiste antes??

E: María tiene vergüenza de que lo sepan... Por favor no le digas que te lo conté...

Sr.Fer: maldito Servando. ¡Nadie se mete con mis hijos!

E: yo quise matarlo en su momento, pero María no me lo permitió... Además, están nuestros hijos... En fin... Decidí dejar todo eso atrás... Pero jamás lo voy a perdonar, ni a olvidar.


*** CASA DE GOBIERNO ***
-Habitación Matrimonial-

María se quitaba las joyas y Esteban salía de la regadera.

M: mi amor... ¿De qué hablaste con mi papá en su despacho...?
E: ¿por qué lo preguntas...?
M: lo noté diferente desde que salieron...
E: ¿diferente cómo...?
M: no sé... Callado... Incluso me pareció que me miraba mucho...
E: María... (Ya frente a ella, le tomó las manos) No quiero ocultarte nada...
M: me asustas, Esteban...
E: tuve que decirle la verdad a tu papá...
M: ¿de qué verdad hablas...?
E: el acoso de Servando...
M: ¿qué?? (Soltándose de su contacto) Te pedí que NO se lo dijeras.
E: ese infeliz no se cansa y está intentando convencerlo para que lo ayude a acercarse a nosotros y eso no lo voy a permitir.
M: ¿cómo pudiste??
E: mi vida... Tú no eres culpable de nada... No debes sentir vergüenza.
M: lo dices porque no estás en mi lugar...
E: pero estoy en el lugar de tu marido. Muchas veces quise matarlo y lo sabes.
M: ¿para qué te encerraran en una celda?? Eso jamás. Eres muy inteligente para hacer algo tan descabellado...

E: ya... Olvidemos esto...

M: temo lo que pueda hacer mi papá...

E: él mejor que nadie sabe cómo no armar escándalos...

M: eso espero...

E: Voy a bajar un momento al estudio...

M: ¿a qué...?

E: repasar un poco nuestra agenda de mañana...

M: lo haces durante el viaje, mi amor... Mejor recuéstate...

>>>> Al siguiente día partieron para un viaje oficial, los 2 solos y al mismo país donde ambos estudiaron la universidad.

Ya eran conocidos por lo cercanos que eran, distendidos, sinceros, humanos y cálidos. Siempre sonrientes, a diferencia de otras parejas presidenciales.

La visita coincidió con la graduación de una nueva generación de profesionales y fueron invitados a sentarse en la mesa de honor, hasta que a Esteban le tocó decir unas palabras.

E: quiero que sepan que para mi esposa y para mí, esta es una visita muy especial... Este es un lugar maravilloso, en el que disfrutamos y aprendimos mucho... Muchos no lo saben, pero aquí la primera dama y yo empezamos nuestro noviazgo... (Volteando a mirar a su mujer)

María le sonrió, evitando sonrojarse, mientras el público aplaudía.

E: y estoy seguro que esta institución no nada más guarda buenos recuerdos para nosotros, sino también para ustedes, hoy graduados...

Buenos recuerdos... Era cierto, aunque Esteban se graduó 2 años antes que ella, habían tenido muchas vivencias en ese lugar... La mente de María voló...


>>>>>>>>>>>>>> FLASHBACK <<<<<<<<<<<<<

25 años atrás...

Algo que les encantaba de ese lugar, era que se sentían libres.

Todos alejados de la persecución de la prensa, unos por ser hijos de políticos, otros pocos miembros de la realeza y muchos más hijos de millonarios empresarios.

Pero en especial Esteban y María, 2 jóvenes que nunca buscaban protagonismo, todo lo contrario.

Primer fin de semana para ella en la universidad... Una nueva vida que le estaba resultando difícil gracias a su reciente decepción amorosa...

Abrió la puerta el sábado por la mañana, descalza y en pijama.

M: Esteban, ¿qué haces aquí...?
E: buenos días, María... Creo que tus padres también te enseñaron a saludar...
M: no estoy de ánimos para tus chistes...
E: vístete, vamos a salir...
M: Esteban, no tengo ganas.
E: voy a enseñarte la universidad, apuesto a que no sabes dónde queda ni una de las bibliotecas...
M: tengo un mapa...

La compañera de piso de María salió en un corto camisón, se le iluminaron los ojos al ver a Esteban, pues para variar vivía enamorada de él...

Xx: ¡hola Esteban!
E: hola... ¿Cómo amaneciste...?
Xx: bien, ¿y tú? ¿desayunas con nosotras??
M: no. Esteban y yo vamos de salida. No me tardo...

Y fue la verdad, no demoró como Esteban sabía que todas más mujeres lo hacían.

Quizás se debía a que vivían los últimos días de verano y todavía hacía calor, es decir, ropa ligera les bastaba.

Desayunaron en la cafetería principal de la universidad, no tan concurrida debido al día.

Luego de eso, salieron al recorrido de las instalaciones, la oficina del rector, las bibliotecas, centros de computación, gimnasios, estadio, era una ciudad entera.

En un momento de la caminata, María sintió la mano de Esteban agarrando la suya.

M: ¿qué te pasa?? ¿Por qué tomas mi mano??
E: todos los hombres te miran y no quiero que se pasen de listos contigo, ¿tenías que ponerte un pantalón tan corto??
M: ¡no tienes derecho, Esteban! (Intentando zafarse de su mano)

Pero él entrelazó sus dedos con los de ella y ejerció presión, además de su fuerza masculina.

E: claro que lo tengo... No quiero problemas. Estás paseando conmigo, ningún otro hombre te puede mirar.
M: tú y yo no somos nada. Y suéltame porque me estás lastimando la mano...
E: perdóname... Perdóname, María... No quise... (Acariciándole la mano lastimada, porque era cierto, estaba roja, incluso se la besó)


>>>>>>>>>>>> Fin FLASHBACK <<<<<<<<<<<<


María todavía recordaba la conmoción que le causó aquel gesto... Todos aplaudían a Esteban que acababa de terminar su intervención.

Ahora sería su turno...

M: es un gran honor para nosotros estar aquí... Mi marido y yo siempre lo comentamos... Algún día volveríamos y aquí nos tienen...

>> Después de que todo hubiera acabado, la pareja presidencial aceptó un tour por los lugares emblemáticos, guiados por el rector y la directiva de la universidad.

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