MI DECISION II

Capítulo 27

Capítulo 27

1 hora después...

-Habitación Matrimonial-

Esteban llegó a su habitación y se encontró a todos sus hijos en la cama, con María... Sí, a los 5...

E: ¿Se puede saber qué pasa aquí...?

Los chicos miraron a su madre, para luego regresar la mirada a su padre.

E: vamos niños... Es hora de dormir... A la cama...

Ga: ¿por qué no dormimos todos aquí...?

E: porque... (Pensando en una excusa válida)

Pero ni como decir que no cabían, pues la cama era bastante amplia...

Una mirada le tuvo que dedicar la Primera Dama a su marido para que él diera su brazo a torcer.

Y como Miguel y Laura se fueron a sus respectivas habitaciones, ahora estaban 5 personas en la cama.

Mía se había quedado dormida sobre el pecho de su mamá, Gabriel y Sofía a cada costado...

E: últimamente todos nuestros hijos están con "mamitis"...

M: ya era hora... Toda la vida con "papitis"... Y no solo las niñas, eh...

Esteban sonrió, y estiró la mano hasta acariciar el cabello de Gabriel. Era cierto lo que decía, sus 5 hijos tuvieron una etapa en que se pegaron mucho a él....

Y mientras los pequeños dormían, sus padres hablaban con la luz apagada...

E: te apuesto y gano que nadie imagina que un Presidente duerme con la cama llena de hijos...

M: no son todas las noches, Sr. Presidente...

E: y si así fuera no tendrían un presidente satisfecho... Y sabes a qué aspecto me refiero...

M: no... No lo sé... (Queriendo jugar con él)

E: mi amor... No juegues con eso... Me encantaría poder demostrártelo, pero tenemos 3 pequeñas razones que me lo impiden...

Y si no los llevaba a sus habitaciones era por expreso deseo de María, quería que esa noche los niños durmieran con ellos...

Se tomaron una mano, en medio de la oscuridad...

M: cómo nos ha cambiado la vida...

E: sí... Pero eres feliz, ¿no?

M: muy feliz... No me cambiaría por nadie...

^^ Mañana siguiente...

El Presidente despertó por alarma a las 5 la mañana, la escena había cambiado un poco, Sofía sobre él, Mía en sobre Gabriel y una pierna del niño sobre la de María.

Sin querer, despertó a María... Y de pie en el lado de la cama de ella, la besó.

E: duerme un rato más...

M: cuando vuelvas de tus ejercicios me llamas...

E: sí, mi amor...

M: quiero bañarme contigo...

E: no tardo... Mi rutina hoy puede durar 30 minutos, ¿no...?

M: sí, mi vida... (Riendo mientras lo veía salir)

Le encantaba que Esteban muriera por estar con ella... Y no se debía a que últimamente no tenían mucho tiempo libre, porque él siempre había sido así...