Capítulo 49
La niñera se apartó, dejando libre paso para que marido y mujer se vieran a los ojos.
Y él supo por la expresión de María, que había malinterpretado las cosas.
M: mi princesa... ¿qué haces...?
Mía: juando mami...
Niñ: ¿se le ofrece algo más, señor?
E: sí, en 30 minutos te espero en el estudio.
Niñ: no entiendo...
E: es el tiempo que te tomará juntar tus cosas y a mí hacer el cheque de tu liquidación.
Niñ: pero señor... Señora...
María no dijo palabra, tomó a su hijo de brazos de Esteban y se retiró. En silencio, como la dama que era.
>>>
Pero claro que bajó al estudio 15 minutos más tarde, cuando dejó a los bebés con la niñera de Mía.
Entró sin tocar, sorprendiendo a Esteban hablando con su asistente y revisando unos papeles.
Asist: señora San Román... (Con emoción al verla)
M: Emilia...
Asist: qué linda está, no parece que acabó de tener un bebé...
M: gracias... Tú siempre tan amable... (Dándole un abrazo porque siempre la percibió sincera)
Asist: ¿Rafa cómo está...?
De reojo veía a Esteban llenar un cheque y leer un documento. Ya lo conocía y se imaginaba qué era, porque la abogada era ella.
M: precioso... Hoy tuvo la cita con el pediatra y está sano...
Asist: me encantaría verlo...
M: por supuesto que sí... Puedes subir... En ti sí confiamos...
Asist: gracias, señora...
M: ¿me dejas ver ese papel?
E: adelante... (Entregándole un primer documento)
Perfecto, para recibir la liquidación junto con el pago de la semana de sus servicios, tendría que firmar aquel documento en donde le quedaba prohibido hablar de la familia presidencial, podía ser demandada por una cantidad alta de dinero si al menos mencionara a alguno de Los San Román.
Y es que no necesitaban dinero, pero eso le daría un buen susto, así eran muchos...
Lo otro, era el contrato de confidencialidad que absolutamente quienes trabajaran para Esteban y su familia necesitaban firmar.
E: siéntate, por favor... (Poniéndose en pie y cediéndole su silla)
La niñera entró cabizbaja, María se quedó en el asiento detrás del escritorio, mientras que de pie junto a ella estaba Esteban.
La asistente ya había salido.
Niñ: señor... Señora...
E: no hay mucho decir. Firma aquí y tendrás tu pago. En este papel te comprometes a no publicar nada de mi familia.
Niñ: señora, yo le juro que...
M: no deberías ni dirigirme la palabra.
Esteban volteó la mirada a ver a su mujer, él mejor que nadie la conocía enojada y en todos los estados anímicos.
ESTÁS LEYENDO
MI DECISION II
FanfictionEsteban San Román es elegido Presidente del país. Tiene a su esposa María y sus hijos a su lado, ¿qué tan bien le irá? ¿con cuántas dificultades y detractores se encontrará?