Capítulo 23

1.4K 89 34
                                    


Capítulo 23

Los agarró de sorpresa, era la verdad. Como a 2 amantes clandestinos, claro que ellos eran amantes bajo todas las leyes...

E: yo atiendo, tú ve al baño...

María agarró la ropa tirada en el suelo, menos el bóxer de Esteban, pues se lo pondría para abrir.

E: un momento, ya voy...

M: ponte una bata, mi amor... Eres el presidente...

E: sí... Sí...

Bata bien atada y abrió.

Mi: papá...

E: hijo... ¿pasó algo...?

Mi: ¿podemos hablar...?

E: ¿en este instante?

Mi: sí... Por favor...

Miguel era del tipo de hijos que no pedía mucho, por personalidad y por la edad también, por eso Esteban aceptó.

E: vamos, solo déjame decirle a tu mamá que ya vuelvo...

>>>

Más de 1 hora después, Esteban regresó y María lo esperaba acostada en la cama, leyendo.

M: ¿qué pasó...?

E: déjame bañarme y te cuento... Por más que crezcan, nos siguen necesitando... (Camino al baño)

Entonces María se levantó y lo siguió. Y mientras él tomaba una ducha rápida, ella escucharía lo que había pasado con el hijo de ambos.


***********************


2 días más tarde, parecía haber una fiesta en la piscina, se escuchaban los gritos de unos niños, bastante felices, jugando y disfrutando de la tarde.

Una figura que no esperaban apareció, sin chaqueta pero con ambas manos en los bolsillos del pantalón y gafas oscuras.

Los observó jugar en el agua, salir y correr alrededor de ella, entonces uno de los niños lo identificó y llamó la atención de su amigo dueño de la casa.

>> "¡Gabriel! ¡Es tu papá!! ¡Llegó! <<

Aquello era un decir, porque vivía y trabajaba ahí...

Gabriel corrió sin secarse hacia Esteban.

Ga: ¡Pa!! (Lanzándose a sus brazos que abría para él)

Una reacción tan espontánea de parte de su hijo y frente a sus amigos, era de agradecerse, por eso no le importó a Esteban que le mojara el traje...

E: ¡mi campeón! (Levantándolo en brazos por unos segundos)

Ga: vinieron mis amigos...

E: por eso vine a saludarlos...

El niño hizo una seña con la mano para que los otros niños se acercaran, claro que su primo ya estaba abrazando a Esteban.

Vic: ¡hola tío!

E: ¿cómo estás, campeón...?

Vic: ¡Bien! Mis papás me dieron permiso para quedarme a dormir aquí, con mi primo...

E: me da mucho gusto... Eres siempre bienvenido... Bueno, todos son bienvenidos en esta casa...

"Buenas tardes señor..." - Saludó uno de los niños.

MI DECISION IIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora