MI DECISION II

Capítulo 2

Capítulo 2

El presidente salió del baño, ya cambiado de ropa. Y vio a su esposa de pie, junto a una de las ventanas...

E: no vas a desvelarte... (Conociendo cómo era su mujer)
M: está bien...
E: espero que no haya sucedido ninguna tragedia... (Caminando hacia ella)

Él le tomó las manos y la abrazó.

M: yo también...

E: ahora me voy, acuéstate y duerme por favor...

Y aunque Esteban quiso dejarla metida en la cama, fue María quien lo acompañó hasta la puerta.

^^ 2 de la mañana cuando Esteban entró a la habitación...

Pero fue hasta el amanecer que le contó a su mujer que todo se había resuelto, un problema técnico y tuvieron que aterrizar de emergencia en un campo abierto.

Esa misma explicación la dio el presidente cuando se lo preguntaron los periodistas que cubrían la visita de él y María a una guardería.

Por el tipo de acto, decidieron llevarse a Mía, quien no sabía que ese era el trabajo de sus papás, para ella sería un paseo divertido.

Decenas de niños los recibieron, agitando banderitas del país. Inmediatamente la pequeña San Román quiso una y se la dieron antes que alguien la pidiera.

La niña en brazos de la mamá era enseñada por su papá a que saludara a todo aquel que le extendía una mano.

Y desde un lugar privilegiado, es decir, las piernas del presidente, Mía veía cantar y bailar a muchos niños...

Lo que sí no le gustó fue que las niñas se acercaran a su papá, con poco más de un año no sabía la diferencia entre niños y niñas, pero eso no le gustaba, así que lo abrazó con brazos y piernas.

E: ¿y qué están pintando...? (En la mesita del grupo de niñas que se le acercaron)

Desde árboles, animales, flores, juguetes, todo lo que un infante podía dibujar... Y vaya que tenían imaginación, eso lo sabía por los 5 hijos que tenía...

La asistente de Esteban se acercó a María que platicaba con otros niños en otra de las mesas, para entregarle su celular que olvidó en el coche.

M: gracias... ¿Dónde está Mía...? (Buscándola con la mirada)
Asis: con el presidente... Tiene Ángel con los niños...
M: siempre se lo digo, pero cree que solo le pasa con nuestros hijos...

Xx: Sra. San Román, ¿le gustaría conocer el área de infantes...?
M: con mucho gusto... Niños, sigan dibujando que ya vuelvo...

A la primera dama le causó mucha ternura ver a tantos bebés... También sintió ganas de agradecer, sus hijos crecieron y estaban creciendo rodeados de privilegios.

E: cuánto silencio... (Susurrando al oído de María)
M: shhh... Aquí traen a los niños a dormir la siesta... (También en un susurro, se volvió hacia él) ¿Y Mía...?
E: jugando con otros niños...
M: ¿cómo te soltó...?
E: por juguetes...

Volvieron al salón principal, donde otros reporteros los esperaban para transmitir por televisión la visita.

>> ¿Le gustan mucho los niños, señor presidente...? <<

E: tengo 5... Imagínense ustedes... (Causando la risa de todos)

>> Señora, ¿por qué decidieron traer a su hija menor? <<

M: normalmente no convive con niños pequeños, los más cercanos son sus hermanos que le llevan algunos años, quisimos que aquí comparta con personitas de su edad...

>> ¿Cómo están llevando el ser padres de familia y al mismo tiempo presidente y primera dama del país? <<

Esteban dio un leve apretón a la mano de su esposa que tomaba, pero a menos que la pregunta no fuera directamente para ella, María lo dejaba responder a él.

E: cumpliendo una responsabilidad sin descuidar la otra... Afortunadamente tenemos una familia que se subió en el mismo viaje que nosotros... Y por supuesto está la labor de mi esposa que es invaluable...

Una hora más tarde, se embarcaron todos en la limosina presidencial, incluida la asistente del presidente, así se llevaba de bien con la primera dama...

Esteban veía a María acomodar a Mía dormidita en la silla especial.

E: ¿no te gustaría que tuviéramos uno más...?

Ella lo miró, porque sabía que se refería a otro bebé.

M: ya no podemos...
E: no le creas... (Mirando a su asistente) Es una mentira de la primera dama... Sí podemos...
Asist: no lo dudo, señor... (Sonriendo, pero con ganas de reír de su jefe)

María entornó los ojos... Algunas veces Esteban era sencillamente como un niño.