-GLASS-(Julian Casablancas)

CAPITULO 1.

Capítulo I

Despierto con los rayos del sol entrando por la ventana de mi departamento y pegando en mi rostro, no es la gran cosa, hay formas peores de despertarse como el fastidioso ruido. Es solo lo que uno necesita para vivir en New York, la ciudad más caótica en que he vivido.

Me dirijo hacia la pequeña cocina que tengo, tan sencilla y con lo necesario al igual que mi apartamento. Saqué un tazón, el cereal y la leche; probablemente mi madre me regañaría por no almorzar bien, pero me ahorro el desastre de comida que haría. Al tener mi almuerzo listo metí la cuchara al cereal mientras tomaba y empezaba a leer el periódico, justamente en la sección de clasificado: buscando empleo.

Sí, necesitaba un empleo, me despidieron del último hace 2 meses y me alegra, pues ni me gustaba lo que hacía y ya no lo soportaba más sobretodo a mi exjefe. Espero encontrar algo bueno.

Empecé haciendo muecas a cada empleo que leía y odiaba y mientras resoplaba de indignación, escuché que tocaban mi puerta. Espero que no sean mis padres otra vez. ¿A quién diablos se le ocurre molestar a estas horas?

Abrí la puerta en pijama, sin importarme quien fuera.

- ¡Juliet!- saludo mi amigo Josh y sin pedir permiso se adentró a mi departamento. No era novedad.

- Josh ¿Qué haces aquí? ¿No ves que hora es?-pregunte desconcertada

- Te tengo una sorpresa que hará que me quieras para siempre y no podía esperar más-comenta sonriendo, solo me quedo callada esperando a que suelte todo.

-¿Qué es?-cuestioné con el ceño fruncido. Lo único que quería es tener alguna vez un empleo que me gustara de verdad.

- Te conseguí trabajo. Y uno que te va a gustar mucho que hasta creo que será permanente-contesto sonriendo, y es como si hubiera leído mi mente, lo voy a querer para siempre. Necesitaba un empleo ya que en un par de semanas se me acabaría lo que tenía ahorrado. Aunque dudo que me llegue a gustar. Lo sé por experiencia, pues he tenido demasiados empleos y en ninguno he durado.

- Por eso eres mi amigo.-sonreí y lo abracé. Iba a aceptar el empleo y juntar lo suficiente mientras buscaba el trabajo ideal.

- Bueno, solo vine a decirte eso, necesito volver a mi trabajo.-dijo zafando mi abrazo, dirigiéndose a la puerta y saliendo. Un segundo después me di cuenta de que no me dijo nada del "empleo" que me consiguió.

Le faltaba decirme algo. Iba a salir tras el cuando sonó el timbre de nuevo. Abrí la puerta y me encontré otra vez con mi amigo.

- ¿Te falto algo verdad?-pregunte riendo. Algunas veces era olvidadizo.

- Si.-contesto riendo.-Mañana vendrá tu nuevo jefe para decirte de que es lo que se trata el trabajo. No te diré más, es una sorpresa. Adiós.-se despidió y cerré tras él la puerta. Me recargué en la pared sonriendo. Mis expectativas eran mínimas pues ya me había decepcionado de mis trabajos anteriores, pero igual estaba feliz de por fin tener otro, aunque Josh me dejó con la ansiedad de saber de qué se trataría esta vez mi empleo. ¿Vender sushi? ¿Trabajar en un cine? ¿Limpiavidrios? A estas alturas podría ser cualquier cosa.

Por fin dejé mi ensimismamiento y empecé arreglar mi departamento, que era todo un caos para que mi nuevo jefe se dé una buena impresión y me contrate. Eso espero.