Una pequeña historia que empieza en tener un trabajo que aunque pareciera simple, hizo que conociera a grandes personas que fueron y son importantes para mi, un trabajo que me hizo conocer lugares pero sobre todo conocer mejor a una persona.
Una de...
Después de una semana llena de ajetreo, se organizo lo más simple, la ceremonia seria algo discreto, sería en un jardín a una hora de New York. Solo estaría familia cercana de Julian, mi familia, amigos de Julian, amigos en común, y no podía faltar los chicos.
Después de lo que dijo en el concierto, todas las revistas de música publicaron el hecho de que Julian Casablancas se casaría, pero nadie sabía quien era. Quería que así siguiera el misterio, no quería que mi nombre y criticas salieran publicadas, además de que no queríamos presión de alguna manera.
Estaba terminando de arreglarme para que empezará la ceremonia, tenía tantos nervios dentro de mí, que sentía que podría desmayarme en cualquier momento. Tenía un vestido sencillo color blanco acompañado de un pequeño escote.
-No puedo creer, que hace un par de años mi niña apenas empezaba una vida alejada de nosotros y ahora va a empezar una nueva etapa.-dijo papá mientras mi abrazaba, me sentía muy feliz, por tener el apoyo de toda la gente que era importante para mi.
-Juliet, ¿podemos pasar?.-preguntó Nick del otro lado de la puerta, pasaron a la habitación.
-Te ves realmente hermosa.-dijo Nick, me dio un abrazo junto con Amanda, ellos lucían preciosos.
-Ya está Julian esperando en la ceremonia.-sonrió Nick
-Cuando avientes el pequeño ramo, estaré esperándolo del lado derecho.-dijo Amanda y Nick abrió los ojos como platos, empezamos a reír.
Iba saliendo al pequeño jardín, me alegró ver su padre de Julian, a su madre con su padrastro, sus hermanos. Mi familia era pequeña, pero estaban mis amigos mas cercanos, cuando les di la invitación no lo podían creer, pensaban que era una broma.
-Te ves igual de hermosa que el día que despertaste con resaca a las tres de la tarde.
-Te ves igual de apuesto que el día que te quedaste dormido en el piso del autobús.
Me gustaba ver como se veía Julian con traje, se veía sumamente atractivo, con todo lo que se vestía se veía realmente guapo.
Después de toda la introducción, era el turno de dar nuestros votos. Me sentía tan nerviosa que sentía que mis manos temblaban exageradamente, Julian también movía su pie ligeramente, sabía que el también estaba nervioso, era raro notarlo de él, pues sabía disimularlo bien y controlarlo. Por esa razón siempre se veían tan calmado, como si nada de lo que pasará a su alrededor le importara.
-Juliet, agradezco que hayas aceptado ser mi compañera de vida, prometo hacerte la persona más feliz del mundo cada día, te mostraré que el amor se puede demostrar de diferentes maneras, te mostrare que dos pueden complementarse sin el resto del mundo.-sonrió Julian, mientras me ponía el anillo.
-Julian, prometo que te querré, cuidaré todos los días de mi vida, estaré contigo en tus momentos buenos, en los malos, en los peores, te apoyaré cada día. Jamás me permitiré que te sientas solo, porque desde hoy seremos los dos, siempre.
-Jamás me quitaré este anillo.
Por fin nos habíamos casado, estábamos unidos, todos empezaron a aplaudir y Julian me dio un ligero beso para luego abrazarme. Se sentía una sensación agradable, una felicidad que no cabía en mi ser, sabía que Julian y yo radiábamos felicidad absoluta.
[...]
El resto de la ceremonia fue tranquila, era raro ver nuestras familias convivir juntas, incluso nuestros amigos charlando entre ellos, pero así sería ahora en adelante, y me agradaba la idea.
-No puedo creer que se hayan casado.-se acercó Fabrizio, ya estaba un poco ebrio.-Los voy a extrañar tanto.
-Solo nos casamos, nos seguiremos viendo.-rió Julian
Empezó a sonar "Bitter sweet symphony-The verve", Julian tomo mi cintura y nos acercamos a la pequeña pista, empezamos a bailar lentamente, junto con los demás asistentes.
-¿Que estuvieras haciendo ahorita si no hubieras aceptado el trabajo?
Realmente no pensaba mucho en eso, pero la oportunidad que me dio Ryan hizo posible el hecho de que comparta mi vida con Julian, hizo posible conocer al amor de mi vida.
-No lo sé, quizás estuviera trabajando en un despacho contable y compartiría departamento con Tom.
-¿Por que con Tom?.-preguntó Julian, frunciendo las cejas, eche una ligera risa.
-¿Que estuvieras haciendo tú?.-replique
-Es difícil ¿sabes? Realmente no se en donde estaría, quizás hundido, en serio me ayudaste Juliet, eres la definición pura de esposa, realmente agradezco que hayamos cruzado caminos señorita Casablancas.-dijo y tomo mis mejillas para darme un tierno beso.
Al finalizar la fiesta, ya se habían ido casi todos los invitados, nos fuimos a mi departamento, había sido un día realmente cansado.
-Tengo una sorpresa.-dije emocionaba mientras dejaba mi abrigo en la sala.
-Eso quería escuchar.-empezó a desabrocharse la camisa, Julian me tomó de mi cintura acercándome a el, empezamos a besarnos rápidamente, me cargó y me sentó encima del comedor.
-¿Que piensas que es?.-pregunté casi sin aire, porque me sentía agitada, Julian había bajado a mi cuello.
-Pues tú ¿no?.-había empezado a quitarme el vestido, y reí. Se separo rápidamente de mí, confundido por mi risa.
-No es eso, vamos a irnos de viaje a Brasil, había estado ahorrando para darte una sorpresa y pensé en nuestra luna de miel.-sonreí.-Me habías dicho que querías ir a Sudamérica, y como casi no tienen presentaciones ahí, pensé que te gustaría.
-Me encanta la idea, ¿cuándo nos vamos?.-Julian me miro unos segundos para luego sonreír, me dio un cálido abrazo.
-Mañana mismo.-dije y me miro sorprendido, sabía que quizás le debí de haber avisado unas horas antes o incluso días.
Miro unos segundos hacía el techo, sabía que el quería otros aires, y de alguna manera se tenía que relajar mentalmente para que pudiera trabajar en su próximo álbum lo más tranquilo posible.
-Entonces, tenemos que darnos prisa para que podamos empacar.
Lo miré confundida, empezó a acariciar mis piernas, ya había entendido y reí divertida, de nuevo me cargo y me llevo hasta la habitación. Miraba su rostro, solo podía sentir una vibra maravillosa que compartíamos los dos, estaba tratando de asimilar que estábamos unidos de todas las formas posibles, estaba segura que haría lo que fuera porque nuestro brillo jamás terminara.
-En serio te amo Julian.
- Jamás va a terminar porque ninguno de los dos, lo permitirá.
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--GRACIAS POR LEER--
Realmente no me imagino como habrá sido la boda de estos dos sujetos jajaja. Vienen los últimos capítulos de esta historia (quizás dos). Gracias a las nuevas lectoras, y viejas lectoras que siguen esta historia aún.
