CAPITULO 28

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Capítulo XXVIII.

¿Por qué diablos no cerré las cortinas ayer antes de dormir?

Sí, ese fue mi primer pensamiento del día. El sol pegaba directamente en mi rostro.

Me levante de mala gana a cerrar las cortinas, tenía una resaca y no aguantaba mi cabeza. Recordé que dejé el disco puesto en el estéreo, así que lo extraje y devolví a su lugar. Estaba tan aflojerada que no me molesté en siquiera guardarlo en mi bolsa. Lo dejé en el tocador.

Anoche escuché solo la primera canción, pues me ganó el cansancio y el miedo a que cualquiera de los chicos pudiera haber llegado a mi habitación.

De nuevo me acosté y cuando ya casi volvía a dormir tocaron la puerta.

-Debe de ser una broma.-murmuré para mí.

Me levante y abrí la puerta. Había un sonriente Nick parado en mi puerta con una botella de agua y algo en su otra mano.

-Juliet, pensé que necesitarías esto.-fue lo primero que dijo y me ofreció la botella y una caja de aspirinas

Claro que iba a necesitar un par de aspirinas.

-Eres increíble. Gracias-le dije mientras tomaba las cosas.-Si quieres pasa-le ofrecí.

Entró y se sentó en mi cama. Yo solo cerré la puerta. Rápidamente metí dos pastillas a mi boca y le di un sorbo al agua.

-De nada. Supuse que lo necesitarías, pues ayer estabas más ebria que los demás-comentó sonriendo.

-Debo de verme tan mal.-bromeé, aunque era cierto.

-Pensé que estarías peor.-carcajeó

-¿Más?-reí y me acerqué a darle un leve golpe en el hombro.

Estaba dejando la caja de aspirinas en el tocador y me acordé de que ahí se encontraba el disco. ¡Demonios!

Por fortuna Nick no se acercó al tocador cuando entró. Mi primer instinto fue tomarlo y dejar mi mano en la espalda. Disimulé un poco recargándome en el tocador.

No quería que los chicos se dieran cuenta que los escucho, solo Ryan lo sabía.

Recuerdo la primera canción perfectamente. Aquella letra de Julian. Todo.

Más tarde escucharé la segunda que de todos modos ya conocía: "Reptilia"

-Bueno Juliet, cuando estés lista, baja de inmediato. Te estaremos esperando para desayunar...-me avisó Nick-...aunque te puedes tomar tu tiempo, Regina y Julian tampoco han bajado-agregó y se levantó para dirigirse a la puerta.

-Gracias-le respondí. Cuando abrió la puerta me dio una última sonrisa y salió.

En cuanto se cerró la puerta fui a guardar el disco a la velocidad de la luz.

Después me aventé a la cama y puse mi cabeza sobre la almohada para amortiguar el grito de histeria que pegué.

Que Regina y Julian no hayan bajado aún es mucha coincidencia.

¡Es obvio lo que hicieron! Eso da la explicación de que ayer Julian no hubiera vuelto al bar. Él pasó la noche con Regina. ¡Él pasó la noche con Regina!

Tenía ganas de golpear algo, así que empecé a darle golpes al colchón aún acostada. Mi histeria pasó a algo más extremo al imaginarme a Julian con ella.

No sé qué pasó por mi cabeza. Realmente no estaba reflexionando.

Solo me paré, tomé la lámpara del buró que estaba enseguida de mi cama y la arrojé con fuerza en contra de la pared. Se rompió en mil pedazos el foco y se abolló lo demás de la lámpara, pues estaba hecha de metal. Luego tomé todo lo que estaba a mi alcance del buró y repetí la misma acción.

-GLASS-(Julian Casablancas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora